Una de las mejores cintas que pude disfrutar en los noventa fue Leon: El profesional de Luc Besson, con unos notables Jean Reno y Natalie Portman. Sería ese mencionado título lo primero que se le viene a la cabeza a uno al encontrarnos con el Asher de aqui, un personaje que parece estar diseñado por un esquema muy parecido a como lo estaba allí el del protagonista. Pero a diferencia de aquel título, que si logró marcar época a algunos cinéfilos, no se puede decir lo mismo de esta cinta, si bien hay que reconocer que tampoco sería una de esas que ya huelen a bodrio desde el principio, sustentándose toda su estructura en los hombros de su protagonista, un carismático Ron Perlman que realiza aqui un correcto trabajo.
El mencionado actor tiene una carrera impresionante, con todo tipo de productos (películas, series, etc.), pero siempre se ha caracterizado por papeles de reparto, más secundarios, con lo cual la gran mayoría del público lo suele conocer o bien por su personaje en El nombre de la rosa (uno de sus primeros éxitos), la serie de televisión La bella y la bestia (donde coincidía con Linda Hamilton) o en los últimos años por sus trabajos junto a Guillermo del Toro, siendo Perlman quien dió vida a Hellboy en las dos entregas que realizó el responsable de La forma del agua. Con todo esto lo que me vengo a referir es que si no me falla la memoria, estamos ante la primera producción centrada tan solo en él, siendo el único que encabeza el cartel (aunque se rodea aqui de algunos secundarios más o menos solventes)
El principal problema que arrastra Asher es su indefinición, lo que la lleva sin remedio a los terrenos de la intrascendencia. No se le pueden achacar a esta cinta errores garrafales, más allá del hecho de que no consigue emocionar al espectador en ningún momento, siendo tan solo una película más que no molesta si la ves (más o menos sería entretenida, aunque con un aprobado justo), pero que tampoco te aporta nada para recordarla. Se podría criticar su ritmo pausado, pero el mismo se podría considerar asumible si la película se decantara por alguno de los géneros por los que transita, siendo al final un film discreto que se sostiene (y si, ¡ya sé que soy reiterativo!, pero es que es asi) por el carisma de un Ron Perlman que con la edad que ya tiene, y viéndolo como se desenvuelve aqui, bien podría haber estado en alguna de las entregas de la trilogia de Los mercenarios, donde Stallone recopiló a todo tipo de actores recurrentes en el género de acción.
El director de esta película es Michael Caton-Jones, que realiza aqui un trabajo solvente aunque tan discreto como el resto de su carrera, que tan solo despuntó un poco en cuanto a éxito en la década de los años noventa con títulos como Rob Roy con Liam Neeson, el remake de Chacal con Bruce Willis y Richard Gere, o hace unos años con esa Instinto básico 2 de la que muchos ni se acuerdan (yo entre ellos) En una película que se sostiene por y para su protagonista principal, al mismo lo acompañan actores como Famke Janssen, más conocida por el fandom comiquero por haber sido la primera Jean Grey de las películas de los X-Men que ha realizado la Fox, aunque también acompañó al justiciero Liam Neeson en las tres cintas de Venganza. De manera más secundaria también aparecen por esta película actores más clásicos como Richard Dreyfuss o Jacqueline Bisset, por aquello de darle más solera al producto final.
- FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
- FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 5 de abril de 2019
- LO MEJOR: Un bastante acertado Ron Perlman, que sostiene toda una película gestada por y para él, haciendo más o menos visible a Asher en proporción a las simpatias que nos despierte el citado actor.
- LO PEOR: Su indefinición (tiene elementos de drama, comedia, romanticismo o acción que al final no se acaban de concretar en nada) lo que la lleva al terreno de la total intrascendencia.