Entre machacas y becarios

Asesinatos Victorianos

FICHA TÉCNICA

Título: Asesinatos Victorianos
Guión y dibujos: Rick Geary
Editorial: Rossell Cómics
Colección: Novela Gráfica
Idioma: Español
Edición original: A Treasury of Victorian Murder, 1, 2, 5 y 7, NBM
Formato: cartoné 17’5 x 24’5 cms.
230 Páginas, B/N

SINOPSIS

La época Victoriana fue una era rica en avances tecnológicos y en aventuras. El fin del siglo XIX fue testigo de las últimas grandes expediciones, del nacimiento de la ciencia-ficción, de Sherlock Holmes y de miles de mitos que aún hoy sirven de inspiración a nuestros artistas.

Pero junto al desarrollo industrial y cultural, los exquisitos caballeros y sus pudorosas damas también desarrollaron algo más: el morbo por la investigación criminal, y cuanto más terrible el crimen, con más emoción lo seguían a través de los periódicos.

Rick Geary ha recopilado los más famosos crímenes Victorianos en una colección que aúna la rigurosidad periodística con un dibujo austero que casa perfectamente con aquella época de contrastes.

RESEÑA

De vez en cuando mis lecturas de comics y libros que me cojo de la biblioteca me dan alguna sorpresa, con algo que resulta mucho mejor de lo esperado. Y este ha sido el caso de este tomo que recoge algunos de los comics que el autor ha creado centrados en importantes crímenes acontecidos durante la época victoriana. No niego que parte del atractivo lo he encontrado (más que en las propias historias) en el hecho de estar ambientadas (década arriba, década abajo) en un periodo de tiempo que siempre me ha gustado, sobretodo a raiz de mi afición por uno de sus personajes más emblemáticos, el detective Sherlock Holmes.

La primera de las tres historias incluidas (todas verídicas) es la más coetánea con el famoso personaje creado por Arthur Conan Doyle: Jack el Destripador. Poco puedo añadir a la gran cantidad de libros de todo tipo y films de toda condición que han usado al famoso personaje del que nunca se descubrió su identidad, pero lejos de fantasear enfrentándolo a otros personajes de la época (en la ficción el antes citado Holmes se ha encontrado con Jack el Destripador en varias ocasiones) el comic es un extenso y completo estudio de cada uno de los detalles de la historia, pero todo ello sin perder en ningún momento el entretenimiento, recordando por momentos a From Hell, la también exhaustiva aproximación al famoso asesino que realizó el siempre polémico Alan Moore, adaptada de manera muy parcial en el film homónimo de 2001 protagonizado por Johnny Depp (pero no sólo eso, porque en ocasiones también me recordó a la serie sobre el asesino que protagonizó Michael Caine en 1988, en el centenario de sus crímenes) Eso si, en este caso la aproximación al personaje se hace de manera objetiva, formulando hipótesis pero no decantándose hacia ninguna opción en especial (como, con sus más y sus menos, han hecho muchos desde entonces)

El gran protagonismo de Jack el Destripador resta quizás un poco de novedad a la historia, que para algunos puede recaer en situaciones y momentos harto conocidos, pero nadie le niega el exhaustivo valor histórico de un comic que sin duda podría ser lectura en las escuelas porque con estilos así es como de verdad se hace real lo de divertir aprendiendo. Y si el primero es bueno, la sorpresa viene con los otros dos, centrados en la misma época aunque no en el mismo territorio: ahora nos toca América.

Con un ritmo vertiginoso y con una documentación completa y concienzuda el autor nos relata el asesinato de una famosa cigarrera en 1841, del que tampoco se encontraron nunca los culpables, pero que originó teorias de todo tipo y condición (asesinato, tortura, asfixia, violación, aborto,…) motivado por las condiciones en las que apareció el cadaver de esta chica (a la que, tan solo por descripciones, el autor consigue que el lector sienta una gran empatia hacia la joven, sabiendo no sólo mal su muerte sino también las barbaridades que se llegan a elucubrar sobre la misma) Y si antes he citado al ficticio Holmes, ahora toca a su anterior modelo de investigación, el Dupin de Edgar Allan Poe. Ello se debe a que al autor le interesó tanto el caso aqui narrado que le sirvió como base para El misterio de Marie Roget, donde C.Auguste Dupin,el más claro predecesor de Holmes, resuelve el caso (pese a los cambios de nombres y localizaciones que hace el autor, lo que no priva para que las comparaciones fueran claras y concisas para el público de la época)

La cosa cambia en el tercer relato, que nos narra todo el complot que hubo para el posterior asesinato del Presidente de los Estados Unidos más famoso de aquellos años: Abraham Lincoln. Y si digo que aqui cambia es porque en este caso si hay un culpable, lo cual hace que este relato no teorice tanto como los anteriores y vaya directo al meollo del asunto, sin por ello olvidarse de ni un solo detalle, recreado en imágenes con un grafismo que recuerda bastante al de la época y que resulta uno de los puntos más atractivos de un tomo que, sin duda, yo lo pondría de lectura para los estudiantes, porque a través de estos tres hechos escabrosos no sólo saciamos la sed morbosa que todo ser humano tiene, sino que encima sirve para conocer una época de muchos claroscuros pero sin duda alguna apasionante y muy interesante.

LO MEJOR: Es un comic histórico sobre famosos asesinatos y narrado de manera objetiva (mostrando hechos, teorizando hipótesis)… y pese a que dicho así pueda sonar aburrido, resulta una de las mejores lecturas que he tenido en los últimos tiempos.

LO PEOR: Los aficionados a detalles de esta época encontrarán en algunos momentos (como por ejemplo en la historia de Jack el Destripador) cierta reiteración hacia hechos harto conocidos.

EL DETALLE: La segunda historia acaba con un dibujo del espíritu de la víctima sobrevolando el Nueva York actual… o el que era actual: las Torres Gemelas. Nada más ver yo eso miré la fecha original de la historia: 2001. Lo que ignoro es si fue antes o después del célebre atentado.

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