Los carteles motivacionales conforman un subgénero del humor mongolo y me apetecía explotarlos de manera individual y no desperdigarlos por las mongol fotos. Se lo merecen. Aquí va el primero (hay billones), que de alguna manera certifica que Hitler no sólo robó el conejo rosa:
Hoy he echado un vistazo a los carteles motivacionales y con este me he reido un montón.