Ya casi con morriña de dejar Tokyo, una ciudad a la que ya nos habiamos echo, y conociamos el barrio, los transportes, y a los vecinos. Echare de menos a Antonio el pescatero y a la Choni la de la panaderia. Pero bueno, conoceremos a otros vecinos. Ademas tenemos que firmar el tratado.
De entrada ya tenemos reservado el asiento en el Shinkansen hacia Kyoto. Salimos a las 9:30 de la mañana y llegamos a las 12:14 con paradas y todo, asi que creo que va un poco rapido…
Sin mas dilacion contare el día de hoy que tampoco da para mucho, porque ha sido un poco bastante paliza de viaje de bus, aunque lo hemos aprovechado para dormir. Hemos visto el monte Fuji una vez desde una estacion de servicio, y despues como es habitual en la zona, se ha echado la niebla y ya ha sido imposible verlo mas. Aun asi, hemos subido a su falda a una altura de 2020 metros. Luego hemos comido en un sitio de comida tradicional Japonesa. Todo estaba buenisimo. Obviamente soy ironico, pero por lo menos habia unas sopas, que se las ha tomado Laura, la mia y la suya, y yo he tirado de arroz malisimo y otros menesteres.
Por la tarde hemos visto una mina de azufre, de la cual tengo el olor en la nariz todavia, y dado una vuelta por el Lago Ashi, desde el que se veia el monte Fuji, sino fuera porque las nubes lo impedian. A la llegada a Tokyo hemos estado por Sinjuku despidiendonos de nuestros vecinos, y despues hemos cenado en el restaurante español. La verdad que no era demasiado espectacular la comida, pero era comida española al menos, amenizada con la melodiosa voz del disco de Julio Iglesias.
Estamos viendo cosas de Kyoto, y creo que va a ser muy bonito todo. La camara va a volver a echar humo…