Es muy difícil empezar a comentar una serie como Dexter sin decir nada, con lo cual que quede claro desde el principio que el siguiente análisis contiene spoilers (en la mímina cantidad posible) sobre la 4ª temporada de la misma.
En esta nueva entrega de doce episodios con las peripecias de nuestro asesino en serie preferido hemos asistido a momentos realmente curiosos, porque sabiendo la especial predilección del protagonista, costaba imaginarlo como esposo y padre de familia. Pese a ello Dexter puso todo su empeño en que funcionara, cosa que consiguió hasta el tremendo final… y es que el asesino de esta temporada (Trinity) le ha dejado una huella que será difícil de superar… o no. En ese sentido tengo que destacar la labor como actor de John Lithgow encarnando al citado Trinity (de nombre real Arthur Mitchell); su personaje se nos presenta tan atrayente, tan parecido al propio Dexter, que incluso al protagonista le despierta la curiosidad, ya que ve que no hay tantas cosas que le separen de él (ambos tienen familia, ambos son padres, ambos son asesinos en serie) ¿Se puede compaginar sin problemas una vida familiar normal y una afición asesina? Sobre esta pregunta ha circulado gran parte de esta estupenda cuarta temporada.
Otro de los puntos destacables de esta serie, ya visto en las anteriores temporadas (y también presente en esta) ha sido lo bien engrasados que tiene todos sus entresijos de la historia que nos quiere contar, y es que desde mi punto de vista el argumento puede gustar más o menos (en esta temporada ha habido quizás cierta dilatación en la acción en la parte media) pero la sensación que da en su conjunto es que todo funciona, que todo vale, que no sobra nada ni nadie. Eso probablemente es lo que provoca la tristeza ante el climax final (tremendo teniendo en cuenta el cariño que muchos le habian cogido al personaje encarnado por Julie Benz, entre los cuales me incluyo); pero que tampoco desmerece tramas secundarias como la hipotética (y no consumada) relación de Rita con el vecino, la historia de amor entre Batista y Laguerta, la periodista con la que sale Quinn (y que también tiene su propio secreto y tendrá su propio final), el retorno de Frank Lundy (y lo que conlleva) o los cambios en los hijos de Rita (especialmente la entrada en la adolescencia de Astor). Todos y cada uno de estos hilos argumentales se van tejiendo alrededor de la trama principal que engloba a Dexter y Trinity, lo cual nos da como resultado un lienzo final en forma de cuarta temporada realmente destacable y rozando la genialidad. Y eso que uno de estos elementos secundarios, el de la búsqueda de Debra sobre los secretos de su padre, es de los que parecía más circunstancial pero es el que deja mayores posibilidades abiertas de cara a la próxima temporada teniendo en cuenta que ahora ya sabe los orígenes de Dexter (que nos sus aficiones… de momento),
Si analizamos a Dexter desde la primera temporada nos encontramos a un personaje que ha pasado de lobo solitario a hombre comprometido y finalmente casado, pero con el inesperado giro final que ha tenido esta cuarta tanda de episodios (triste, emotivo y genial) el futuro se prevee como padre soltero y viudo o, deshaciéndose del elemento de los niños, un retorno a los orígenes, con nuevamente un personaje solitario y misterioso. La respuesta no la tendremos hasta el otoño del 2010.
¿Cuantas series han mantenido un nivel de calidad tan alto a lo largo de cuatro temporadas, y han dejado con tanta expectación de cara a una quinta tanda de episodios? Ahora mismo a mi no se me ocurre ninguna. Aqui estaremos esperando el retorno de Dexter Morgan con el máximo interés.
Se que ya terminó esta temporada hace unos meses, pero es que leyendo este post, vuelvo a darme cuenta que ciertamente, Dexter no tiene parangón,… tampoco recuerdo una serie con este nivel de expectación/tensión en 4 temporadas. Brutal!