Entre machacas y becarios

Dylan Dog: los muertos de la noche

FICHA TÉCNICA

Título: Dylan Dog: Los muertos de la noche
Título original: Dylan Dog: Dead of Night
País: USA
Estreno en USA: 29/04/2011
Estreno en España: 29/06/2012
Estreno en Italia: 16/03/2011
Reparto: Brandon Routh, Sam Huntington, Taye Diggs, Anita Briem, Peter Stormare
Duración: 107 minutos
Productora: Machine Made Productions
Director: Kevin Munroe
Guión: Joshua Oppenheimer, Thomas Dean Donnelly
Fotografía: Geoff Hall

SINOPSIS

Dylan (Brandon Routh) es un detective que investiga temas sobrenaturales, se alejó del mundo de vampiros, zombies y hombres lobo cuando perdió al amor de su vida. Cuando una misteriosa dama en apuros, Elizabeth (Anita Briem), le contrata para resolver la turbia muerte de su padre, Dylan encuentra un pelo de hombre lobo en la escena del crimen y enseguida se da cuenta de que ha vuelto al mundo de los “no vivos”. Al principio, Dylan trata de rechazar el caso, pero cuando su mejor amigo, Marcus (Sam Huntitngton), es asesinado y se convierte en zombie, nuestro héroe se ve obligado a actuar.

Basada en el best-seller de la serie de cómics italianos ‘Dylan Dog’, creados por Tiziano Sclavi y publicados en 1986. En Italia, Dylan Dog es un auténtico fenómeno de masas. Se han vendido más de 56 millones de ejemplares de las aventuras de este personaje.

CRÍTICA

Nos encontramos con una adaptación de un comic que no conozco mucho (apenas me he leído un tebeo del personaje, el titulado La ley de la jungla, que me dejó un tanto indiferente) La primera impresión (y comparación) que le viene a uno a la mente es que se trata de una variante de John Constantine, el también detective de lo sobrenatural también originario de la serie de comics Hellblazer, y más o menos por ahi van los tiros, si no fuera porque incluso la no del todo brillante Constantine que protagonizó Keanu Reeves hace unos años (adaptando la mencionada serie de comics) supera en calidad a este popurrí de géneros y estilos que no se puede decir que no entretenga… pero que tendría que haber recorrido aún un gran trecho para poder decir que es buena.

La mezcla de personajes típicos del terror tenía que haber dado lugar a un resultado como mínimo que asustase, pero no es así tan solo partiendo de la visión que se da de los zombis. Los mismos tampoco tienen la obligación de ser siempre como los canónicos de George Romero… pero de ahi a unos seres con inteligencia a los que se les pueden intercambiar partes del cuerpo cuando se pudren, medía un abismo. El compañero del protagonista, que es el que acaba así (y tranquilos que no es spoiler, porque pasa casi al principio de la película) está interpretado por Sam Huntington, conocido por ser el hombre lobo de la versión USA de Being Human (Casi Humanos) pero que aqui se muestra mucho más histriónico que en la citada serie de televisión (hasta el punto de que el supuesto humor que tiene que dar su personaje es más bien irritante).

Ya que he citado a los licántropos, de esos también hay por aqui, lo mismo que vampiros, pero estirando el chicle de la supuesta guerra entre ambos clanes que puso de moda la saga Underworld, aqui ambos personajes no dejan de ser más de lo mismo, sin aportar ninguna novedad. Pero no es el único déjà vu que tendrá el espectador, porque en el tramo final el supuesto cambio de caracter del personaje encarnado por Anita Briem se antoja poco creíble respecto a su papel previo, así como que casi parece poseida por el espíritu de Buffy Cazavampiros cuando batalla con unos cuantos de estos seres en su escena final. Y que decir de un soso y poco carismático Brandon Routh (ex-Superman para Bryan Singer) que tiene que dar vida a un héroe imperturbable pase lo que pase (aunque le esten metiendo la paliza de su vida, como se puede ver en el tramo final)

Aún así no negaré los muchos momentos de entretenimiento que da el film (por ejemplo lo de ese mercado de piezas para zombis, que resulta un guiño simpático e ingenioso respecto a la idiosincrasia de dichos seres en este film), pero los mismos parecen estar engarzados por una línea argumental tan escueta que se queda corta incluso como un capítulo de serie de televisión. Y es que nos encontramos sin duda ante un film de serie B (sobretodo con un presupuesto de apenas 20 millones de dólares) del que se ha intentado hacer saga pero que visto su paupérrimo éxito en taquilla se ha quedado en eso, en un intento fallido.

LO MEJOR: Si no se tiene ninguna expectativa se deja ver sin muchos problemas.

LO PEOR: Se olvida facilmente salvo por contados detalles.

EL DETALLE: Si antes he comparado a Dylan Dog con Constantine, curiosamente en ambas películas coincide el actor Peter Stormare. Aqui es un hombre lobo y en la otra era Satan. Y Sam Huntington coincidió con Brandon Routh en Superman Returns, uno como Jimmy Olsen y el otro como Clark Kent.

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