El joven Sherlock Holmes 2: Muerte en el aire

FICHA TÉCNICA

El joven Sherlock Holmes: Muerte en el aire (El jove Sherlock Holmes: Mort en l’aire)
Autor: Shane Peacock
Editorial: Almadraba/Castellnou

SINOPSIS

Londres, verano de 1867. En el Crystal Palace, la estrella del trapecio, Monsieur Mercure, se precipita al vacío desde una escalofriante altura de cien pies y se estrella contra el suelo, a dos pasos de donde se encuentra el joven Sherlock Holmes.
Lleno de sangre y con el cuerpo descoyuntado, el hombre apenas si puede murmurar: «Silenciar… me».

Impresionado por lo que acaba de presenciar, el chico decide investigar qué ha ocurrido. Esta trepidante novela, la segunda de la serie, nos ofrece más claves para entender la compleja y fascinante figura del que llegará a ser el detective más famoso de todos los tiempos.

RESEÑA

Muerte en el aire sería el segundo título de la serie El Joven Sherlock Holmes, creada por el escritor Shane Peacock. Su condición de segunda entrega hace que nos ahorremos en la misma las presentaciones y situaciones de personajes que tuvimos en el primer libro, lo que nos lleva a que nada más empezar ya nos situen en el centro de la acción, en este caso el misterioso accidente de un trapecista, pero que según Holmes ha sido un intento de asesinato. El protagonista, que nos es situado pocos meses después de la acción del primer libro, sigue intentando superar la muerte de su madre mientras ahora vive con un excéntrico boticario llamado Sigerson Bell (o sea, más claras referencias al universo del personaje, tomando ahora como base un seudónimo usado por el detective en sus futuras aventuras y el apellido del profesor real que sirvió de inspiración a Doyle para crear al mítico personaje). Sin ser propiamente la variante de Watson que nos podemos imaginar, digamos que este personaje es el que cumple tal rol en esta historia.

Otra de las características que continua en esta serie, y ya esbozado en la primera entrega, son los ambientes y la influencia dickensiana en personajes y escenarios, así como los muchos conocimientos sobre el personaje que tiene el autor, De hecho tanto en El ojo del cuervo como en esta Muerte en el aire digamos que se establecen detalles canónicos del posterior famoso detective como por ejemplo su constante interés por hacer el bien debido al trauma por la muerte de su madre, o sus conocimientos químicos, su arte en el disfraz o sus dotes en técnicas de combate orientales, todas ellas obtenidas de Sigerson Bell, el cual hace por momentos una labor que puede recordar a la de otros clásicos maestros como el Obi Wan Kenobi de la saga Star Wars.

Irene Doyle, personaje con mayor protagonismo en el anterior libro (y cuyo nombre mezcla el nombre de Irene Adler, máximo amor del protagonista y el apellido de su creador Arthur Conan Doyle), sirve aqui solo como mero motivo de la cada vez más incipiente enemistad entre Holmes y Malefactor (¿estamos ante el origen del posterior y malvado Profesor Moriarty?) En cuanto a la investigación del caso, la historia tiene dos partes muy bien diferenciadas, la primera con la resolución del misterio y la segunda con la captura de los malhechores, mezclando por tanto deducción y acción, lo cual unido a un ritmo constante convierten la lectura de este libro en algo tan entretenido como apto para todos los públicos.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *