El niño y la bestia

No soy consumidor habitual de anime (lo reconozco) porque por estos lares digamos que se estrena poco y mal. De todas maneras es verdad que si uno habla de ese género lo primero que se le viene a la mente es el nombre de Hayao Miyazaki (al que en mi caso descubrí cuando era pequeño con aquella serie de televisión de Sherlock Holmes con perros) pero con este título se puede descubrir a otro creador con talento como Mamoru Hosoda, al que tan solo le quedaría lograr la fama y la difusión internacional conseguidos por el Studio Ghibli de Miyazaki.

El presente título compitió en la pasada 63 edición del Festival de Cine de San Sebastián, logrando ser el primer film de animación en optar a la prestigiosa Concha de Oro. Con anterioridad su director ha sido el responsable de films como Los niños lobo (2012), Summer wars (2009) y La chica que saltaba a través del tiempo (2006), ganando todos ellos el premio del Festival de Sitges a la mejor película de animación. Este film (El niño y la bestia) también pasó por Sitges, así como el Festival de Gijón, siendo uno de los éxitos del año en su estreno japonés de la mano de Toho con más de 4 millones de espectadores (consiguiendo ser la película más taquillera de su director)

La historia nos narra como existe un universo paralelo en el que viven bestias de toda clase, y a la que accede nuestro protagonista humano, llamado Ren, tras huir de un hogar desestructurado al quedar huérfano de madre y con el padre (divorciado) en paradero desconocido. Una vez allí nuestro héroe (rebautizado como Kyota) se forjará como aprendiz del carismático Kumatetsu, un animal con aspecto humanoide que previamente ya le había invitado a viajar a ese mundo. La citada bestia de la presente historia ejercerá de mentor, profesor, guía y padre del muchacho, mientras que el joven Kyota será la motivación que le faltaba a Kumatetsu al tiempo que, gracias a sus enseñanzas, crecerá aprendiendo los intereses fundamentales de la vida como (por ejemplo) la valentía, el amor y el respeto.

A lo largo de su metraje se plantean los valores de la familia, la amistad y la enseñanza, pero todo equilibrado con las dosis justas de humor y acción: en la relación entre Kyota y Kumatetsu habrá un claro aprendizaje mútuo, pero también algunas discusiones y desavenencias entre ellos (varias realmente hilarantes) por el choque de sus fuertes temperamentos. Aún así la historia se dilata quizas demasiado (hubiera mejorado siendo en algunos momentos más concisa y menos solemne, pese a que es justo admitir que la narrativa japonesa no suele ser muy amiga de la síntesis) El mensaje más claro de este film sería un entendimiento y respeto entre los pueblos (abandonando el odio, conociéndose a uno mismo y siendo feliz), todo ello plasmado en imágenes con un notable apartado gráfico tanto en el mundo animal (precioso y encantador) como en las peripecias por Tokio (donde la fascinación por los elementos fantásticos se combina con un acertado toque más realista)

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  • FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
  • FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 22 de abril del 2016
  • LO MEJOR: Visualmente es magnífica, aparte de giros argumentales tan destacados como el uso que se hace de la clásica Moby Dick para representar la oscuridad inherente al ser humano.
  • LO PEOR: Se dilata demasiado ya que para lo que cuenta (y como lo cuenta) le sobra algo de solemnidad y le falta más concisión.

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