El origen del Planeta de los Simios

FICHA TÉCNICA

Título: El origen del planeta de los simios
Título original: Rise of the Planet of the Apes
Dirección: Rupert Wyatt
País: Estados Unidos
Año: 2011
Fecha de estreno: 05/08/2011
Duración: 105 min.
Género: Drama, Ciencia ficción
Reparto: James Franco, Tom Felton, Andy Serkis, Brian Cox, Freida Pinto, John Lithgow, Tyler Labine, David Hewlett, Sonja Bennett, David Oyelowo
Distribuidora: 20th Century Fox
Productora: Twentieth Century Fox Film Corporation, Chernin Entertainment

SINOPSIS

Atormentado por la enfermedad de Alzheimer que está llevándose a su padre, el científico Will Rodman (James Franco) trabaja sin descanso en la corporación farmacéutica Gen-Sys con el objetivo de hallar un virus benigno que restaure el tejido dañado del cerebro. Sin embargo, sus últimas pruebas en simios están provocando reacciones agresivas, lo que impulsa a los directivos de Gen-Sys a cancelar el proyecto. Will, abatido, se hace cargo de una cría de chimpancé a la que ha bautizado como César. Juntos presenciarán el despertar de una civilización que pronto dominará la Tierra.

CRÍTICA

Con la actual falta de imaginación que hay en el cine que nos viene de Hollywood ya no nos extrañamos ante secuelas, precuelas, spin-offs y toda suerte de derivados, pero esa abundancia también nos hace en ocasiones más críticos, despreciando algunos títulos por el simple hecho de que tan sólo son un capítulo más en sagas de mayor o menor duración, pero en donde una nueva entrega en muy contadas ocasiones se demuestra como algo necesario.

En el caso de El origen del Planeta de los Simios hay que recordar que esto no sólo sería una precuela del remake que llevó a cabo Tim Burton del film original (que Franklin J. Schaffner hizo en 1968 y que encumbró a Charlton Heston) sino que si contamos la saga completa, sería el séptimo título de una franquicia comenzada hace casi medio siglo, y que ya conoció en aquel entonces hasta una quinta entrega (sin contar los derivados en televisión), si bien progresivamente la cosa fue empeorando. Ante semajante panorama lo primero que se le viene a uno a la cabeza sobre esta nueva entrega sería “innecesaria”, pero… ¿realmente es así?

Si bien la calificación de mítico pertenece a la película original que adaptaba la novela de Pierre Boule (sobretodo por ese final donde se descubría que la acción se situaba en un futuro planeta Tierra, spoiler a estas alturas conocido por varias generaciones) las progresivas secuelas serían tan sólo una explotación del imaginario simiesco que se creó. Esa es una ventaja con la que parte este film, que podría ser un relativo remake de alguna de ellas (donde progresivamente también se iba contando el origen del Planeta de los Simios) por lo que ya no tendría la losa con la que tuvo que cargar Tim Burton en su remake del film homónimo que llevó a cabo hace una década.

Cambiando, con la ayuda de las actuales técnicas digitales, los anteriores actores disfrazados de monos (vistos tanto en los títulos antiguos como en el citado remake) por simios de un realismo apabullante, lo que sorprende en esta película es la destacable simbiosis entre calidad y comercialidad, ofreciéndonos una de las mejores películas del verano pese a que su historia nos pueda sonar a ya conocida (de hecho si conocemos la franquicia sabemos a la perfección en que acabará todo). A eso ayuda un guión donde no se gira a lo previsible sino que se nos crea una historia bien hilvanada y mostrada en pantalla con toda la veracidad que un título así requiere (no olvidemos la premisa fantástica de la que parte)

Ante un buen guión el resultado acompaña si también los actores destacan, y ahi no sólo citaría a unos más que correctos James Franco y John Lithgow (lo de Freida Pinto sería quizás demasiado neutro y no tan llamativo) sino sobretodo a quien no vemos: hablo de Andy Serkis, cuya gestualidad sirve para recrear a César, el simio protagonista. Este clásico que ya dotó de vida al Gollum de la saga de El Señor de los Anillos hace una labor que luego se transforma en algo “casi” perfecto, y es que la mezcla de realidad y CGI sigue siendo evidente para el espectador avezado, lo que aqui se hace evidente en algunos momentos.

Completado todo con la correcta dirección de Rupert Wyatt (que no se deja llevar por los excesos histriónicos tipo Michael Bay tan de moda hoy en día) el resultado final no sólo sorprende como parte de la saga (devolviéndole parte de su prestigio) sino que destaca en una cartelera poco sorpresiva en los últimos tiempos y en donde la calidad y lo comercial se han unido tan sólo en contadas ocasiones.

ESO SI, hay que asumir dos cosas tras su visionado (sobretodo por su final), y son que esto es sólo el inicio de una evolución progresiva (que nadie espere la colonización total) y que el ser humano tiene todas las de perder (el final post-créditos con el piloto es claro y conciso) por lo que les provoca lo que a los simios les aumenta la inteligencia (y de donde saldrá lo que en el futuro si será el Planeta de los Simios tal y como lo conocemos de películas anteriores)

LO MEJOR: Que sea la precuela de un fallido remake de una saga con múltiples entregas en cine y televisión, y que aún así consiga sorprender y entretener como es el caso (y sin tomar por tonto al espectador), ofreciendo una historia coherente dentro de la saga pero con personalidad propia.

LO PEOR: La lógica previsibilidad ante cual será el final, la floja actuación de Freida Pinto (no tan destacable como sus compañeros, incluido César, el simio protagonista) y que se considere un simple film menor (no pasará a la historia pero es mejor de lo que uno puede esperar)

One thought to “El origen del Planeta de los Simios”

  1. el origen del planeta de los simios está en Belen Esteban. Es el primer eslabon en el proceso de involución que se produjo en la raza humana a principios del siglo XXI , la television basura hizo el resto. Lo peor es que la nueva raza resultante de este proceso involutivo, los simios, se fueron haciendo más inteligentes a medida que perdian sus caracteristicas humanas, y ahora viven en un mundo sin guerras, sin contaminacion y sin hambre.

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