Esta no pasaría de ser una película de animación más si no fuera porque enseguida me llamó la atención cuando me enteré de que hasta Franco la consideró anti-española. En mi caso tengo que admitir que estoy en contra de esa “supuesta” Fiesta Nacional que son las corridas de toros, por lo que al enterarme enseguida llamó mi atención. De todas maneras permitirme poneros en antecedentes: La historia de Ferdinando es una obra infantil de Munro Leaf que fue publicada en 1936. La misma llamó la atención incluso del famoso Walt Disney que realizó un par de años después un corto de animación que la adaptaba, el cual ganó el Oscar en dicha categoria en 1939. Hasta aqui sería todo normal y corriente, pero en la época en que vieron la luz tanto la historia original como su primera adaptación el mundo estaba revuelto por culpa del tristemente conocido Adolf Hitler en Alemania y de ese aún no olvidado Francisco Franco en España.
¿Qué hicieron con este cuento infantil estos dos dictadores? Prohibirlo: lo que menos les interesaba era que esta apología del pacifismo llegara al público, a lo que encima se añadió aqui en España que fuera una obra contraria a las corridas de toros, mensaje del todo opuesto a lo que el Régimen promulgaba como uno de los detalles más característicos de este pais (y que ya se ha quedado como tópico hasta nuestros dias) Y todo por un simple toro que se niega a aceptar su triste destino, ya que está más interesado en disfrutar del aroma de las flores que en lo que se supone típico de él: demostrar su bravura y embestir.
81 años después de ver la luz la obra original de Munro Leaf e ilustrada por Robert Lawson se estrena esta nueva versión en la que no se ha castellanizado el nombre del toro protagonista. Dirigida por Carlos Saldanha (responsable de otro film tan “autóctono” como fue Rio) y producida por Blue Sky Studios, muchos se preguntarán que es lo que queda de una obra en su momento catalogada como promotora del comunisno, anarquismo, fascismo y pacifismo (¡ey, que SÓLO es un cuento infantil!) siendo la respuesta muy clara: un acertado entretenimiento para el público infantil cuyo mayor handicap es el de montar casi toda la película tan solo con dicho objetivo en la cabeza, lo cual provoca en no pocos momentos que el tono se vuelva demasiado sencillo para el espectador adulto. En esos momentos me acordé de casi toda la filmografía de Pixar, en la que no solo piensan en los más pequeños sino también en los adultos que les acompañarán, radicando ahi esa diferencia de que las obras de la compañía del flexo estén, en su mayor parte, tan bien valoradas por público de todas las edades.
Mi mayor duda antes de ver esta película era la “relativa” incoherencia de que los toros pugnaran por ser los elegidos para ir a la plaza (¿van a ser tan tontos para batirse en duelo por ver quien es torturado y ensartado hasta la muerte?) pero todo queda aqui explicado cuando el propio Ferdinand descubre que no se trata de un duelo justo, y que la mayoría de los toros han acabado allí sus días (o en su defecto en el matadero si no cumples las características para el otro destino) Cuando es consciente de ello comenzará su lucha (pacífica) para intentar evitar cualquiera de esos dos terribles y aciagos finales que parece tener prefijados tan solo por ser lo que es, junto con sus otros compañeros rumiantes a los que intentará convencer de que la bravura no tiene ningún valor cuando tus posibilidades de salir con vida son más bien nulas. Aún lo elogiable del mensaje de concienciación que desprende esta película (claramente dirigido a sus espectadores más pequeños), la misma peca de demasiada dependencia hacia el público infantil, con supuestos alivios cómicos que no acaban de funcionar (el trio de caballos me sobra) y cierto abuso del slapstick que poco aporta al conjunto (aunque hay algún momento simpático como el que tiene lugar en la tienda de porcelana)
- FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
- FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 22 de diciembre de 2017
- Galería de posters por este enlace.
- LO MEJOR: Su mensaje, muy habilmente expuesto para concienciar a las próximas generaciones.
- LO PEOR: Su tono, por momentos, demasiado infantil.