Entre machacas y becarios

El gran desmadre (Malas madres 2)

Cuando el año pasado se estrenó la cinta previa (Malas madres) la misma triunfó más en su pais de origen (Estados Unidos) que en el resto del mundo, donde tuvo una trayectoria más discreta (de hecho en España tuvo una repercusión más bien mínima) Pero animados por el éxito en taquilla (aunque fuera más bien local) y sin que importe la calidad, se han animado con esta secuela que se estrena justo al año siguiente. La misma lleva por título El gran desmadre (Malas madres 2), y decidí probar suerte con ella ya que la cinta previa, sin tampoco ser ninguna maravilla, me resultó lo justo de entretenida como para concederle la misma oportunidad a su presente continuación.

Y es que es justo esa palabra (“continuación”) la que mejor define una secuela tan solo realizada para recaudar más dinero proponiendo un punto de partida más o menos similar pero situándolo en un periodo temporal muy determinado (la Navidad) con todas las costumbres y tópicos que ello conlleva. En unas fiestas tan señaladas se supone que toda buena madre ha de procurar darles a sus hijos todos los detalles que hacen ciertamente empalagosas esas fechas, pero nuestras tres protagonistas vuelven a desmelenarse (aunque sea tan solo lo justo) mientras tienen que lidiar con un nuevo problema, la relación con sus respectivas madres, que vienen de visita.

De nuevo estamos ante una película que dejará mucho más contento al público femenino que al masculino, este último reducido a la más escueta expresión, aunque es justo admitir que en el caso del personaje encarnado por Justin Hartley (del que me sonaba su cara: luego comprobé que fue Oliver Queen en la serie Smallville) resulta bastante simpático (pese a estar reducido a lo más básico de “hombre-objeto”) gracias a la irónica relación que se establece entre él y el personaje de Carla (a cargo de nuevo por Kathryn Hahn) cuando el primero tiene que acudir a la segunda para depilarse POR COMPLETO ya que será concursante en una competición de Santa Claus sexys donde (¡como no!) acabarán nuestras tres protagonistas.  El diálogo que hay entre ambos personajes mientras una rasura las partes íntimas del otro es probablemente la escena humorística que mejor funciona en esta secuela, primordialmente porque Hahn consigue ser de nuevo el vértice más simpático del trio femenino principal.

Otro rostro conocido aqui es el de Christine Baranski, que los que sigan la serie The big bang theory la recordarán como la intransigente madre de Leonard Hofstadter, y que en el presente título realiza un papel bastante similar (por no decir que casi idéntico) como progenitora del personaje de Mila Kunis. De entre el trio de madres de las “malas madres” vistas en esta secuela es probablemente la que mejor funciona, pese a que sin duda la que tiene mejores referencias sería Susan Sarandon, pero como progenitora del personaje de Hahn realiza tan solo un mero trabajo alimenticio que cae en todos los tópicos del “vagabundo errante de buen corazón”. Por lo demás nada nuevo que contar, basándose casi la totalidad del film en las relaciones entre las madres y sus respectivas madres, que pese a las evidentes discrepancias de caracter en el caso de cada una con sus respectivas hijas, resulta previsible (sobretodo desde la escena en la iglesia) de que todas lograrán la reconciliación familiar.

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