Título: Invictus
Título original: Invictus
Dirección: Clint Eastwood
País: Estados Unidos
Año: 2009
Fecha de estreno: 29/01/2010
Duración: 132 min.
Género: Drama, Biográfico
Reparto: Matt Damon, Morgan Freeman, Scott Eastwood, Langley Kirkwood, Robert Hobbs, Tony Kgoroge, Bonnie Henna, Grant Roberts, Patrick Holland, Patrick Mofokeng
Guión: Anthony Peckham
Distribuidora: Warner Bros. Pictures
Productora: Warner Bros. Pictures, Mace Neufeld Productions, Malpaso Productions, Revelations Entertainment, Spyglass Entertainment
SINOPSIS
La película de Clint Eastwood explica la historia del líder del movimiento negro de Sudáfrica, Nelson Mandela (Morgan Freeman) a partir de su unión con el capitán del equipo nacional de rugby, François Pienaar (Matt Damon). Mandela, recién elegido presidente del país, es consciente de que el deporte puede ayudar a superar la barrera del racismo y pondrá todos los medios a su alcance para conseguirlo.
CRÍTICA
Clint Eastwood es de los pocos directores clásicos de Hollywood que continuan en activo, y pese a sus años en los últimos tiempos ha conseguido casi enlazar un film por año, en un ritmo arrollador del que deberían tomar ejemplo las nuevas y, en algunos casos, sobrevaloradas generaciones. Pese a ello es humano, y sería injusto tildar de obras maestras todas sus películas porque no lo son, como ocurre con esta Invictus.
Aún así nos encontramos ante algo difícil de vender, y es un drama deportivo. Por un lado este tipo de films tiene un esquema del que Eastwood no se separa (grupo de perdedores que con perseverancia y tesón conseguirán sus objetivos) y por otro estan las escenas del deporte en cuestión (aquí rugby) y como estén representadas en pantalla, ya que no en vano puede gustarte ver películas pero aburrirte ver practicar deportes (como es mi caso) y corres el riesgo de que el espectador pierda el hilo durante esos momentos. A eso hay que sumar el handicap de lo poco exitosas que suelen ser las películas de temática deportiva (algo, por otro lado, sorprendente si tenemos en cuenta las masas que mueven algunos de ellos como por ejemplo el futbol).
De todas maneras Eastwood es todo un maestro del cine, y esos detalles o características de las películas deportivas que en otras manos pudieran haber dado un film intrascendente (cuando no claramente innecesario) él las transforma en unas escenas llenas de vigor y energia, con especial mención al tramo final que lleva a un resultado que no por previsible resulta menos satisfactorio. En ese sentido requiere mención especial en el apartado físico la labor de Matt Damon, que después de su andadura en la saga Bourne ha conseguido una mayor credibilidad en las escenas físicas de las que hace años tenía debido a su semblante algo infantil. Asimismo el film se puede catalogar como un nuevo escalón en el discurso que nos quiere dictar Clint Eastwood en sus últimas obras, ya que si Gran Torino tenía el tema del racismo como uno de sus hilos argumentales, el mismo está claramente también visible aquí en la unión mediante el deporte que Nelson Mandela quiso establecer tras su llegada al poder en un pais claramente dividido por el color de la piel de sus habitantes.
Lamentablemente ahí es donde se pueden encontrar más aristas a una obra que tiene mejores intenciones en conjunto que resultados finales tras su visionado. Y es que pese al evidente parecido físico entre el actor Morgan Freeman y Nelson Mandela, el personaje que se nos presenta en pantalla está desarrollado de manera beatífica, sin aristas, lo cual le resta credibilidad tanto en su discurso como en sus intenciones. Y eso que en ese apartado la película tiene escenas tan conseguidas como cuando el personaje encarnado por Matt Damon ve la diminuta celda donde Mandela vivió más de dos décadas. Pero lamentablemente son momentos puntuales dentro de un conjunto que peca quizás de ser demasiado autocomplaciente y que en ocasiones busca desesperadamente la emotividad del espectador de forma artificial y poco creible.
En resumidas cuentas, una película simplemente correcta dentro de la filmografía de su autor, pero sin lugar a dudas muy destacable dentro del pobre panorama cinematográfico en el que vivimos. Y pese a lo poco que me gustan a mi los films de temática deportiva, tengo que reconocer que es uno de los mejores que he visto en mucho tiempo.
LO MEJOR: La labor como director de Clint Eastwood, que consigue hacer entretenido un argumento que a priori parecía no ser nada más que otra historia de superación más con el deporte como telón de fondo.
LO PEOR: La forma de representar a Nelson Mandela, quizás demasiado benévola, así como los lógicos estereotipos de las películas deportivas, y de los que aquí no se aparta Eastwood.