Entre machacas y becarios

Jack Reacher: Nunca vuelvas atrás

Cuando ví el anterior film de este personaje hace unos cuatro años ya cité que era un compendio de clichés y tópicos servidos con un entretenimiento correcto, aunque para nada sorprendente. Como la cosa funcionó (recaudó a nivel mundial 218 millones sobre un coste de 60), y de Jack Reacher ya hay más de 20 novelas donde elegir (su autor y creador, Lee Child, parece que ha sido prolífico) se ha escogido en esta ocasión Never go back para llevar a cabo esta secuela, en la cual de nuevo Tom Cruise se convierte en héroe de esta segunda franquicia que tiene abierta en el género de acción (la otra sería la de su personaje de Ethan Hunt en Misión Imposible)

En esta ocasión se ha cambiado la silla de director, sustituyendo al inicial Chris McQuarrie por el más artesano Edward Zwick, el cual basta con ver su carrera para darse cuenta lo más que nos puede ofrecer es un trabajo discreto y más o menos logrado que entretenga lo justo pero sin aportar nada nuevo digno de mención (me imagino que McQuarrie no ha repetido al estar ya en marcha Misión Imposible 6, en la que repetirá el cargo que tuvo en la notable quinta) Lo que si repite es su presupuesto (60 millones de dólares) lo que deja claro una intención de más o menos sacar lo mismo y arriesgar lo mínimo, sensación aún más evidente al acabar de ver esta secuela que no engaña: es tan simple como aparenta ser.

Acompañando a Cruise está Cobie Smulders, que sonará a los seguidores de las películas de Marvel al haber sido Maria Hill de SHIELD en algunas de ellas, aunque habrá quienes la conozcan más por su personaje en Como conocí a vuestra madre (sitcom televisiva ya finalizada), siendo su trabajo en esta película de víctima de una supuesta traición a la que Jack Reacher tendrá que ayudar (se acierta al no caer con ella en el arquetípico giro romántico -pese a que se sugiera- ni en el tópico de “damisela en apuros”, siendo más bien una especie de reivindicación del papel femenino en el ejército, ya que la actriz tiene aqui escenas de acción tan intensas como las de Reacher) En cuanto a este, también tendrá que lidiar con otro problema: una hipotética hija suya a la que tendrá que proteger hasta que averigue si él es su progenitor (trama que queda resuelta de manera un tanto confusa, generándome al final la evidente pregunta de: “¿para qué lo haces entonces?”)

Y es que esta secuela lo mejor para verla consiste en asumir lo que nos ofrece sin pararnos a analizarlo (porque entonces se derrumbaría su historia de pura lógica aplastante): como he indicado, aqui de nuevo tenemos multitud de tópicos del género de acción que funcionarán mejor o peor en proporción a las expectativas con las que el espectador acuda a esta película (y ahi admito que yo con un aprobado raspado me daba por contento, y justo eso es lo que me he encontrado) En otro tiempo el destino de un título así habría sido las estanterias de un videoclub, y el tipo duro al que interpreta Cruise podría haber sido cualquiera de los muchos héroes de acción que hubo entre los ochenta y principios de los noventa (Chuck Norris, Steven Seagal, Jean-Claude Van Damme, etc), por lo que con eso creo que dejo bien claras las expectativas de lo que hay que esperar del presente film (es decir: más de lo mismo y nulas sorpresas respecto a su predecesora)

Pese a todo las escenas de acción son solventes, y nuestro héroe vivirá tremendas persecuciones junto al personaje de la militar a la que encarna Smulders, pero teniendo en la reserva a un villano como el que encarna Robert Knepper (un buen actor que Hollywood ya ha encasillado como el malvado en múltiples ocasiones) la resolución de la trama con él es insípida, mientras que la que nos ofrecen con sus esbirros resulta más bien arquetípica. Eso si, probando que esta ¿saga? (porque ya veremos hasta donde llega) se alimenta de todo tipo de ejemplos del género de acción, me percaté de uno hacia Venganza con Liam Neeson, cuando Cruise habla con uno de los malos y le dice lo que le hará si le toca un pelo a su supuesta hija.

En resumen: esta Jack Reacher 2: Nunca vuelvas atrás resulta una secuela tan entretenida como intrascendente que no aporta nada más que un básico entretenimiento simple y conciso, que convencerá en proporción a lo que lo hizo el título precedente, ya que sus pretensiones son idénticas (incluso la de demostrar la buena forma física de Tom Cruise pese a superar ya los 50 años)

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