Si bien el Dark Universe que quería crear la Universal no salió según lo esperado, mucha mejor suerte ha corrido en Warner el universo creado alrededor de la película Expediente Warren. Aunque la citada cinta no llegué a verla en su día de estreno en cines (así como tampoco fui a ver Annabelle, su primer spin-off) las dos películas las recuperé más tarde en pases en televisión, a partir de lo cual si acudí tanto al estreno de la primera secuela de la película con la que empezó todo esto (Expediente Warren: El caso Endfield) así como la secuela del que fuera su primer spin-off (Annabelle creation) Estando ya en proyecto terceras entregas tanto de la película original como de su primer derivado ahora le toca a La Monja, que ahonda en aquella demoniaca religiosa que espantaba a Lorraine Warren (Vera Farmiga) en la antes mencionada Expediente Warren: El caso Endfield) Y no olvidemos que en aquel título también hacia su aparición The Crooked Man, del que también hay en proyecto su spin-off, por lo que ese universo de terror generado por Expediente Warren aún no ha dicho su última palabra.
Pero entrando ya en matería cabe indicar que aunque estemos ante una quinta entrega de este particular universo de sustos, quien se suba aqui no tiene necesidad de haber visto las películas precedentes. El prólogo y el epílogo de esta película sirven para conectar con las otras entregas, siendo el resto de este título un correcto ejercicio dentro de su género, que no se puede decir que sea muy innovador pero que cumple de forma aceptable las funciones para las que fue creado.
Si uno se percata (y si no lo digo yo ahora porque tampoco es un spoiler), resulta llamativo el muy evidente parecido entre la joven novicia protagonista de esta historia y la Lorraine Warren de las dos entregas hasta el momento de Expediente Warren. La explicación resulta bien sencilla, mientras que ha sido Vera Farmiga la actriz que ha desarrollado ese citado personaje en las películas de James Wan, en este caso es su hermana en la vida real (Taissa Farmiga), quien acompaña a los actores Demián Bichir y Jonas Bloquet formando el trio principal de esta cinta. El primero tiene en sus manos un cura, el Padre Burke, que nos presentan con todos los tópicos del experto exorcista, aunque con el trauma de una ocasión que no fue según lo esperado (y que servirá aqui para atormentarle) mientras que el segundo es más secundario, estando sólo para “sugerir” cierta tensión sexual con la novicia (que no acaba de funcionar) así como luego “algo” de alivio cómico (que también se queda en tierra de nadie), si bien lo mejor lo dará en el epílogo cuando conecta con el resto de la saga.
Si seguimos con los tópicos, el más evidente sería el de ese monasterio perdido de la mano del Señor en el quinto pino de Rumania y que enseguida hace recordar a cierto conde vampiro, aunque es justo admitir que el diseño de producción que desarrolla es bastante apropiado. La lástima es que teniendo un escenario perfecto para crear algo de suspense, los sustos de La Monja sean más bien rutinarios y hasta cierto punto predecibles dentro de los cánones en los que se ha movido esta franquicia (que no olvidemos que en este caso ya sería una quinta entrega, si bien en su condición de precuela esta cinta se situaría antes de los hechos acontecidos en la segunda película de Expediente Warren) Sin llegar a ser tan destacable como los dos films dirigidos por James Wan, La Monja se puede ver como el funcional entretenimiento que pretende ser, pero pudiendo haber sido un homenaje al clásico terror de la Hammer (teniendo en cuenta los elementos que maneja), la sensación final es más o menos aceptable aunque con la insatisfacción de que podía haber dado aún más de si.
- FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
- FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 7 de septiembre de 2018
- Galeria de posters por este enlace.
- LO MEJOR: La ambientación, digna del más clásico género del terror, así como el esquema básico de su historia, que se desarrolla y resuelve de una manera correcta y funcional.
- LO PEOR: Que abuse demasiado de los sustos básicos, cuando se demuestra mucho más acertada en los momentos en los que simplemente sugiere, generando incertidumbre.