FICHA TÉCNICA
Título: La vida secreta de Walter Mitty
Título original: The Secret Life of Walter Mitty
Dirección: Ben Stiller
País: Estados Unidos
Año: 2013
Fecha de estreno: 25/12/2013
Duración: 114 min.
Género: Drama, Comedia, Aventuras
Reparto: Ben Stiller, Kristen Wiig, Patton Oswalt, Shirley MacLaine, Adam Scott, Kathryn Hahn, Sean Penn, Terence Bernie Hines
Distribuidora: 20th Century Fox
Productora: Twentieth Century-Fox Film Corporation, Samuel Goldwyn Films, Red Hour Films, Truenorth Productions
SINOPSIS
Remake de La vida secreta de Walter Mitty (The Secret Life of Walter Mitty), película estrenada en 1947 y que fue dirigida por Norman Z. McLeod. La historia se basaba en un relato de James Thurber que giraba en torno al tímido empleado de una editorial que consigue evadirse de su gris existencia imaginando que es el héroe de grandes aventuras; un día, su sueño se hace realidad cuando conoce a una misteriosa mujer que le implica en una peligrosa misión.
CRÍTICA
No seré yo quien defienda los remakes, máxime cuando en la época actual ya se tira de ellos de manera abusiva, hasta el punto de que en la mayoría de casos son simples actualizaciones de historias por todos ya conocidas y que poco (o nada) nuevo aportan al espectador ya curtido (y para ello me remito al muy reciente de Carrie) Pero en el caso del presente film hablamos de una película original mucho más antigua (más de 60 años, frente a las apenas tres décadas de la historia de Stephen King) por lo que la idea de remake no me parecía descabellada, teniendo en cuenta lo que ha evolucionado la vida y el mundo, y lo que, por tanto, podía ofrecer de nuevo esta revisión del cuento original de James Thurber.
Sin haber visto la película de 1947 (ni haber leído el relato en que se basa) tengo que decir que si de esta nueva versión dependiera que me interesara por el material de origen… va a ser algo dificil. Y es que a diferencia de otras películas que aunque no sean perfectas me han levantado la curiosidad sobre el tema tratado (caso de los dos biopics de Hitchcock de principios de este año: el homónimo y The girl), en este caso lo que parecía que iba a ser una comedia con cierto ingenio y alguna que otra dosis de fantasía se queda tan solo en una simple declaración de intenciones (su inicio es lo mejor de la misma) que poco a poco se va desinflando, debido a una cierta ambivalencia de géneros desde que Walter comienza sus viajes “reales” (y por lo tanto su metamorfosis)
A priori el inicio de la película se podría decir que deslumbra con todo el ingenio que uno podía ver en los trailers previos, ya que sirve para ver las ensoñaciones de nuestro protagonista, donde él se convierte en el héroe que en la vida real no es. La identificación es inmediata para todos aquellos que en alguna ocasión hemos tenido la sensación de estar en una vida gris y monótona, por lo que las ansias de Walter por alardear frente a la compañera de trabajo a la que desea en secreto es algo que consigue la empatía del espectador desde la primera escena. En ese sentido uno de los hilos secundarios que mejor funciona es lo de su perfil en una página de contactos, al principio tan insípido como el protagonista aunque al final esté lleno de hazañas, si bien resulta un recurso un poco forzado en su último tramo.
¿Y en que falla? En el preciso instante en que el personaje de Ben Stiller decide vivir en persona todo aquello antes tan solo fantaseado, con la excusa de intentar recuperar el negativo de una foto de la que depende su puesto de trabajo. Si ese periplo viajero tenía que ser una catarsis para el personaje, la película falla a la hora de mostrarlo, ya que tanto ir de aqui para allá no solo sirve para dejar frio al espectador, sino para que (con mayor o menor acierto) uno ya vea previsible como acabará la historia. Además no resulta creible que si peligra su puesto de trabajo (y no da la imagen de que nuestro héroe tenga una economía muy boyante) se pueda permitir tanto viaje a lo largo del mundo. Por eso lo que en principio parecía una comedia más o menos acertada, o más o menos previsible se convierte en una sucesión de altibajos (no se sabe si es comedia, drama u otra cosa, algo evidente cuando comienzan los viajes “reales”) que menguan el interés del conjunto, lo que provoca que el espectador vaya “desconectando” cada vez más de las andanzas de este Walter Mitty.
En el reparto aparte de un correcto Stiller (que cumple en sus dos facetas, como actor y director, sin tampoco destacar de manera especial) los nombres más conocidos serían los de Shirley MacLaine como la madre del protagonista (y que solo sirve para hilvanar un poco la lógica de la historia) así como un Sean Penn cuyo cameo (porque más o menos vendría a ser eso) no pasa más allá de cumplidor y para de contar. Del resto nada que destacar, ni para bien ni para mal, aumentando así la sensación de que esta nueva versión hubiera necesitado ciertos retoques (entre ellos una duración menor, porque el film dilata en exceso algunas escenas provocando que su ritmo pausado devenga en cansino) ya que este Walter Mitty del siglo XXI tiene buenas ideas… pero no consigue hacer de ellas una película entretenida.
LO MEJOR: Las ilusiones del protagonista, tan entrañables como delirantes, así como la propia personalidad con la que nos lo presentan, lo que lo hace empático hacia el espectador (valga de ejemplo la escena con la que se inicia la película). Y aunque venden una falsa imagen de lo que luego la película es, destacaría los ingeniosos posters promocionales con nuestro héroe perdido en diferentes escenarios.
LO PEOR: Su ambivalencia de géneros (sin decantarse por ninguno) así como una historia que a medida que va evolucionando, va perdiendo el interés inicial (a lo que no ayuda un ritmo con claros altibajos).