El slasher es uno de esos géneros de los que se ha abusado TANTO que ahora mismo las novedades brillan por su ausencia, circulando por unos terrenos previsibles que dificultan la sorpresa del espectador veterano. En estas últimas cuatro décadas uno ya ha visto tantos serial-killers que han llenado de sangre las pantallas, que poco hay de destacable a día de hoy, y salvo los contados casos que han tenido algo de dignidad o algún detalle más o menos sorprendente y/o sugerente, el resto han sido las enésimas secuelas, reboots o remakes de éxitos pretéritos.
Como ejemplo de película de este género más o menos llamativa sobre las demás, una de las más recientes fue Los Extraños hace una década, por lo que resulta sorprendente que se hayan tardado diez años en sacar adelante una secuela, ya que lo rentable de la entrega inicial (sólo costó 9 millones de dólares, recaudando a nivel global más de 80) llevaba a la deducción de que lo aprovecharían antes (sirva de ejemplo por entonces el triunfo de otro título del género como Saw, ingenioso en origen pero luego abusivo en secuelas)
Este tipo de películas suelen salir rentables a sus responsables, porque con una inversión mínima enseguida se ganan beneficios, e incluso a nivel de historia no hay que calentarse mucho la cabeza, porque como he dicho vendrían a seguir un esquema básico usado después hasta la saciedad. Esta tardía secuela de Los Extraños vendría a ser perfecto ejemplo de lo que cito, y aunque se intenta ampliar tanto las víctimas como el terreno de juego, el resultado final está carente de la novedad que si tuvo la película precedente. En este caso los asediados son una familia de cuatro miembros que se llevan sus problemas personales a un campamento inhóspito perdido de la mano del Señor, siendo del todo evidente que algo les va a pasar casi desde el mismo inicio. Las potenciales víctimas (pareja con dos hijos adolescentes) cumplen los estereotipos del género, y la mayor duda radica en el orden en que serán masacrados, en donde si tengo que admitir leves sorpresas, quizás como ¿homenaje? al Hitchcock de Psicosis por eso de pensar que fulanito es el protagonista y luego ¡oh, sorpresa! cargártelo de buenas a primeras.
No sería el único, porque también se pueden ver detalles que sirven como recuerdo de otros títulos (mejores) de este estilo de film como Halloween o Scream, pero el problema radica en que son meros guiños en una historia que viene a ser más de lo mismo, pero no por ello necesariamente mejor. Y es que el director de esta secuela no logra transmitir el suspense y la tensión de la cinta previa, que era justamente su mayor valor a la hora de mostrar algo que no fuera lo previsible, por lo que todo se queda en su planteamiento, el cual convence en la medida en que el espectador tenga asumido cual es el tipo de producto que está viendo. No negaré que con ese talante es como acudí al pase de este film, y mentiría si dijera que es una mala película (porque no lo es), pero salvo escenas más o menos solventes (como esa que transcurre en una piscina) el resto se me hizo más bien rutinario, muy esquemático y básico, dejando al final una sensación hueca y carente de interés ante hipotéticas nuevas secuelas.
- FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
- FECHA DE ESTRENO EN ESPAÑA: 1 de junio de 2018
- Galeria de posters por este enlace.
- LO MEJOR: Asumiendo el tipo de producto que se va a ver resulta una película más o menos aceptable y/o tolerable.
- LO PEOR: Carece del suspense y la tensión que si tuvo el film precedente, optando más bien por el susto explícito.