En Blame it on the voices me he topado con esta persona. Se llama Mark Gormley y no sé muy bien cómo describir lo que hace, la verdad es que cuando encuentras algo así es increíble lo pequeño que puedes llegar a sentirte.
Mark y su bigote hacen videos musicales (supongo que los edita él mismo) en los que canta con su vocecilla; ¿al amor? ¿a la vida? Yo que sé a qué le cantará (probablemente a la musa que sale en sus vídeos, a la que habría que hacerle un monumento o dos), pero lo hace conjugando bailes minimalistas con una pericia inusitada en lo que a alegorías visuales se refiere, y con un uso del croma que haría palidecer a… bueno, nos hace palidecer a todos, como sociedad en conjunto.
Este es Mark llevando el low tech y el mongol way of life al límite.
Si después de verlo no soltáis una lagrimica es que no tenéis corazón ni tenéis nada. De hecho, probablemente os hayáis arrancado los ojos y perforado los oídos con un boli Bic.