Aquaman
Con Aquaman en DC me pasa algo parecido como con Thor en Marvel: son dos personajes que a priori me llaman poco la atención por lo que se puede decir que los conozco lo justo y básico (y para de contar) En el caso del mencionado heroe de Marvel, por más que pueda levantar discrepancias (lo cual entiendo) las tres películas que ha tenido hasta la fecha me han hecho verlo desde otra perspectiva, si bien me sigue costando mucho de entrar en algunas etapas suyas que según muchos se pueden calificar de clásicos. En el caso del superhéroe acuático de DC lo que más tenía en mente antes de ver la película fue la parodia que tuvo en la serie The big bang theory, donde se quejaba Raj (uno de los protagonistas) de lo ridículo que es. A eso hay que añadirle el poco éxito que ha tenido hasta ahora DC en su intento de levantar un universo de películas como Marvel (con la única excepción de Wonder Woman, que si convenció más tanto a público como a crítica) pero en mi caso tenía esperanzas de que el resultado final fuera convincente a tenor de la buena imagen que me dió su presencia en la irregular Liga de la Justicia, lejos de su imagen más clásica (esa más ridícula según la referencia previa a The big bang theory)
Bumblebee
La saga Transformers se ha caracterizado por ir poco a poco a peor, sobretodo por ser paulatinamente más apabullante (en el peor de los sentidos), provocando que cuanto mayor era el exceso, menor era el interés de la audiencia. A ese progresivo declive supongo que habrá influido el haber dejado las cinco películas (hasta la fecha) en manos de Michael Bay, un director no precisamente muy sutil y amigo de los excesos visuales (algo evidente en esta saga), lo que finalmente se ha vuelto en su contra, con unos resultados cada vez inferiores en cuanto a la taquilla. A unas películas que siendo muy magnánimos uno podría tildar tan solo de “toscos” entretenimientos, Bay las dilataba más allá de las dos horas de duración, lo que para el espectador equivalía más a una prueba de aguante que a un verdadero disfrute.
Pero como los números siguen cuadrando (en el sentido de que siguen lo suficientemente rentables) ahora se ha decidido hacer un spin-off de uno de los robots más populares del grupo (ese Bumblebee que da título a esta película) cambiando también en la silla del director al ya muy cansino Bay por Travis Knight. El resultado se nota sin ninguna duda bastante mejor, siempre asumiendo el tipo de film que es, pero lejos de los excesos del resto de entregas y teniendo como primordial objetivo el entretener al espectador sin agobiarlo ni marearlo (pese a que la mano de Bay como productor se hace evidente, parece que ha prevalecido la del también productor Spielberg, con el claro objetivo de realizar una película más familiar)