Holy shit!! 500 semanas haciendo esto!! Tela!! Voy a aprovechar la onomástica numérica para dar abracitos:
– A toda la gentucilla que se pasa por esta santa casa a ver las fotos los viernes, alguna desde hace poco y otra desde hace mil, cuando ni había Netflix ni había nada y todo esto era campo y torrents.
– A Cug, gran webmaster y mejor persona.
– A mis dos grandes dealers, Mol y EbaN.
– A los monguers de nueva generación que hay en el grupo de Telegram monguer de la comunidad Aruok.
– A mi santa señora que todos los jueves night hace off porque ve que estoy aquí haciendo bobadas.
Hoy en portada, y para dar ejemplo, salgo yo mismo con mi heredera en un momento monguer. Que igual ya la he puesto, ya sabéis que cada vez más se me va la pinza y repito cosas. Bueno. Y nada, siento no haber podido preparar grandes fastos, tras el salto hay lo de siempre, rusos y gente extraña. Y hamor. Love is the message.
Los extraños: Cacería nocturna
El slasher es uno de esos géneros de los que se ha abusado TANTO que ahora mismo las novedades brillan por su ausencia, circulando por unos terrenos previsibles que dificultan la sorpresa del espectador veterano. En estas últimas cuatro décadas uno ya ha visto tantos serial-killers que han llenado de sangre las pantallas, que poco hay de destacable a día de hoy, y salvo los contados casos que han tenido algo de dignidad o algún detalle más o menos sorprendente y/o sugerente, el resto han sido las enésimas secuelas, reboots o remakes de éxitos pretéritos.
Como ejemplo de película de este género más o menos llamativa sobre las demás, una de las más recientes fue Los Extraños hace una década, por lo que resulta sorprendente que se hayan tardado diez años en sacar adelante una secuela, ya que lo rentable de la entrega inicial (sólo costó 9 millones de dólares, recaudando a nivel global más de 80) llevaba a la deducción de que lo aprovecharían antes (sirva de ejemplo por entonces el triunfo de otro título del género como Saw, ingenioso en origen pero luego abusivo en secuelas)
Han Solo: Una historia de Star Wars
En su afan por intentar que tengamos Star Wars hasta el límite, en los años que no toca un episodio de esta saga nos ofrecen una historia que sea complementaria, y aunque no sea del todo muy necesaria (sirva de ejemplo la previa Rogue One) siempre puede atraer al público necesario como para que el negocio siga funcionando. Eso me imagino que serán lo que esperan con el presente film, el segundo dentro de esos spin-offs surgidos de la saga-madre, y que en esta ocasión se centra en algo con mucho potencial que hasta ahora había permanecido inédito en la gran pantalla: los años de juventud del popular Han Solo, encarnado por el carismático Harrison Ford en su etapa adulta.
Y ahi radica el primer handicap de esta película, ya que lo que en Ford era inherente, el joven Alden Ehrenreich lo hace más impostado, de tal manera que ante esa carencia del carisma del que hacía gala en su etapa adulta, lo que veamos aqui nos pueda recordar al personaje ya conocido, pero por más esfuerzos que haga el mencionado Ehrenreich por intentar aparentar ser lo modelado por Ford, el resultado sería, a lo sumo, algo correcto (quiero ser magnánimo porque estamos hablando de un personaje mítico de esta saga, por lo que era bastante la presión sobre este joven actor, y como mínimo intenta esforzarse, otra cosa es el resultado final) Ese detalle resulta más evidente en las escenas con Donald Glover (el joven Lando Calrissian) el cual si derrocha un gran carisma que bien podría haber compartido con el protagonista de esta historia de Star Wars.