Título: Pesadilla en Elm Street: El origen
Título original: A nightmare on Elm Street
Dirección: Samuel Bayer
País: Estados Unidos
Año: 2010
Fecha de estreno: 23/07/2010
Duración: 95 min.
Género: Thriller, Terror, Fantástico
Calificación: No recomendada para menores de 18 años
Reparto: Jackie Earle Haley, Rooney Mara, Kyle Gallner, Katie Cassidy, Thomas Dekker, Kellan Lutz, Clancy Brown, Connie Britton, Lia D. Mortensen, Charles E Tiedje
Distribuidora: Warner Bros. Pictures
Productora: New Line Cinema, Platinum Dunes
SINOPSIS
Nueva versión del clásico de terror de los años ochenta. Esta vez es Jackie Earle Haley quien se mete en la piel de Freddy Krueger, el asesino de las cuchillas que ataca a sus víctimas en el terreno de los sueños, donde no pueden defenderse. La única forma de escapar de Freddy es mantenerse siempre despierto, pero todos sabemos que eso es imposible.
CRÍTICA
En los actuales tiempos de escasez de ideas estamos viviendo una generación de remakes muy preocupante, en especial cuando no han pasado tantos años desde la obra original como para que esta merezca una nueva versión (y eso sin entrar en detalles del interes monetario de estas operaciones, y que en muy contadas ocasiones consiguen alguna mínima mejora sobre el film que están versionando). Dentro de ese saco donde caben tantos y tantos títulos la productora Platinum Dunes de Michael Bay ha decidido reversionar todos los clásicos de terror de las últimas décadas, y tras algunos intentos, en ocasiones acertados (La matanza de Texas de Marcus Nispel) ahora le ha tocado el turno al archifamoso Freddy Krueger.
En una época (los ochenta) donde viví varias de las películas que cimentaron mi aficción al cine, en el género del terror quien sin duda brilló con luz propia fue la saga de Pesadilla en Elm Street (pese a que, como toda franquicia, acabó quemándose en progresivas secuelas de un valor paulatinamente inferior) Y es que la simpatia que despertaba ese psicópata llamado Freddy Krueger no la tenian otros matarifes famosos por aquellos tiempos como Jason Voorhees o Michael Myers. Mucho de ese mérito hay que dárselo a Robert Englund, quien encarnó al famoso asesino en todas las secuelas y derivados de la saga original (recordemos aquel film que lo unió al antes citado Jason de Viernes 13 o la serie de televisión que tuvo bajo el título de Las pesadillas de Freddy)
Pero como indicaba en el principio de mi crítica, toca nueva versión (o al menos eso nos quieren hacer creer los artífices de este film) y de nuevo tenemos aqui al carismático Freddy Krueger encargándose de atormentar las pesadillas de unos jóvenes, lo que pasa que ahora sus rasgos ya no son los del citado Robert Englund, sino que pertenecen a Jackie Earle Haley (el Rorschach de la película Watchmen) lo cual no es un mal cambio, aunque sea del todo innecesario. Y es que el actor consigue dotar a su Freddy de la suficiente entidad como para no echar (mucho) de menos al clásico actor que lo encarnó hasta ahora, aqui además con un aspecto más supuestamente realista de como sería un hombre quemado que el anterior vestido por Robert Englund.
Entre los jovencitos que sufrirán sus ataques no hay mucho que destacar, ninguno de ellos es especialmente conocido para el gran público (a excepción si acaso de Thomas Dekker, el John Connor de la serie de televisión Las Crónicas de Sarah Connor) y sus interpretaciones se ajustan a lo que uno pide y espera de un film de estas características (si acaso uno hubiera preferido un poco más de expresividad por parte de la joven protagonista Rooney Mara pero… bueno, va, es primeriza). Novedades por lo tanto, más bien pocas, en tal caso el que quede más claro los motivos que llevaron a la quema de Freddy Krueger, no tan explícitamente expuestos en los films anteriores (o al menos yo no lo recuerdo). Pero curiosamente el film parece no querer echar toda la carne al asador, porque es en esos momentos (cuando la pareja protagonista está viendo las imágenes de los traumas que sus infantiles mentes olvidaron) cuando la película podía haber ahondado más en la maldad del personaje (no en vano lo que se supone que hizo es bastante escabroso) pero apenas se pasa de puntillas por el tema, quedándose más en los estereotipos que hicieron famosa a esta saga.
Por lo tanto lo que se puede decir de este innecesario remake de una película no tan antigua (no hace ni 30 años de la original) es que sabe coger los detalles clásicos de la saga, con unos ambientes de pesadilla realmente aterradores (por ejemplo lo relacionado con el personaje de Katie Cassidy antes y después de su muerte) pero no aporta ninguna novedad digna de mención (si acaso escenas como la vista en el trailer de la persecución y posterior quema de Freddy), si bien cumple los requisitos mínimos de entretenimiento que le pide uno a un film de estas características, sin caer en giros argumentales delirantes sino que ciñéndose a lo que tiene que ser un remake… aunque (y no me cabe ninguna duda) SIN superar nunca a la película original de Wes Craven (aunque consiguiendo aciertos superiores a los de muchas de sus innecesarias secuelas).
LO MEJOR: La curiosidad de ver al mítico protagonista con los rasgos de un nuevo actor. Y que consiguen hacer un producto entretenido pese a que carezca de sorpresas dignas de mención.
LO PEOR: A estas alturas la saga no sorprende ni asusta como antaño (aparte de lo innecesario de realizar un remake de algo no tan antiguo).