Esta vez, a mi pesar,
se desangra el núcleo duro
de la izquierda del futuro
como una rosa Aguilar.
La llama de Llamazares
me llama, pero, hoy por hoy,
urge frenar a Rajoy
con votos más populares.
Siempre quedará París
para joder a los míos,
le dijo, entre escalofríos,
Carla Bruni a Sarkozy.
El ácrata que hay en mí
entre Rouco y Artapalo
elige lo menos malo
tapándose la nariz.
Se divorcian a granel
las huestes anti divorcio,
Rato y Cascos, qué consorcio
de Caínes, pobre Abel.
Se desespera Esperanza
con Gallardón a la vista,
hay atasco en la autopista
pepera de la venganza.
Malditas leyes de Hont,
nacionalistas de baba
que exprimen a Rubalcaba
contra la diosa razón.
Por no hablar del fuego amigo
que hiere pero no mata,
del bulldog contra la gata
del Público, resto y sigo.
La polis está que arde
a pie de imprenta del BOE,
izquierda unida al PSOE
mejor mañana que tarde.
Votandito a Zapatero
mica, feldespato y cuarzo,
cuando los idus de marzo
se deshagan de febrero.