Hacemos un experimento para enfrentarnos a nuestros propios prejuicios y para recordar que todos los niños y las niñas merecen una oportunidad.
Hacemos un experimento para enfrentarnos a nuestros propios prejuicios y para recordar que todos los niños y las niñas merecen una oportunidad.
Todo el mundo conoce y sabe como son los gitanos rumanos y lo que hacen y obligan a hacer a sus hijos, asi que de prejuicios nada, mas bien experiencia, y de la desagradable, no de la otra.