FICHA TÉCNICA
Título: Burbujas
Autor: Daniel Torres (guión y dibujo)
Editorial: Norma Editorial
Fecha de edición: mayo de 2009
282 páginas (b/n) – 24 €
SINOPSIS
Una obra que habla de lo más íntimo de las personas: sus sueños, su realidad, su vida. La vida de Ramón Sánchez parece desmoronarse por momentos: su relación conyugal está al borde de la ruptura, sus hijos hablan un idioma diferente al suyo, lo han reubicado en el trabajo y además, sufre de un pinzamiento lumbar. Pero la vida de Ramón Sánchez cambiará el día que descubra que lo que importa es la vuelta a los orígenes y conciliarse con uno mismo.
RESEÑA
La vida nos atenaza, las diferentes obligaciones y responsabilidades que conlleva el ser adulto nos van lastrando poco a poco, hasta que llega un momento en que te preguntas si tiene sentido todo lo que te rodea, porque tú sinceramente es que no lo ves. Eso es lo que le pasa al protagonista de esta historia, que tras verse reubicado en el trabajo (lo cual puede conllevarle una reducción salarial), con crisis en el matrimonio, ignorado en casa por sus dos hijos y encima con un pinzamiento lumbar decide que hasta aqui ha llegado, y que hay que replantearse el camino recorrido y el que queda por recorrer.
Esto es una introducción muy general, y muchos pensareis si después de esto coge un arma y se lia a tiros con la sociedad como el protagonista de Un dia de furia. No es el caso, si bien comparte con él su condición de personaje anónimo con el cual muchos pueden sentirse identificados. Pero insisto, aqui no: la función que tendría que realizar un psicólogo para intentar remediar la angustia existencial del protagonista la llevan a cabo… los peces de un acuario. Y es que ante tal pecera es donde Ramón consigue sentirse en paz y libre, y allí es donde consigue poder abrir su corazón y su mente para explicarnos todo lo que lleva dentro (sin importarle que piensen si está chalado por hablarle a unos animales que, logicamente, no le van a contestar ni a resolver nada).
Una de las grandes aficiones del protagonista es el cine clásico: como él mismo indica uno de sus actores preferidos es Robert Mitchum; por ello cuando la realidad no le gusta se integra a si mismo en alguna escena de una película que le guste para desconectar de lo que le rodea. Es por ello que hay insertos que van desde el Bogart consejero del Woody Allen de Sueños de un seductor hasta el John Wayne de tantos y tantos westerns. Pero ese es tan sólo uno de los detalles que le sirven al autor para explicar el mundo actual desde el punto de vista de su protagonista (con el que enseguida conecta uno), tratándose de manera amena y eficaz gran cantidad de temas como la soledad, la guerra de sexos (con una divertida escena desde el frente) o la incomunicación con los hijos.
En resumidas cuentas, estamos ante un gran comic que podriamos denominar social (como también lo son Arrugas, Andando o Maria y yo, si bien estos centrándose en temas concretos (vejez, paro y autismo), mientras que aqui se hace una valoración más global de la vida) y en donde mediante un entrañable personaje principal con el que enseguida conectamos (a lo que ayuda la sabía combinación entre el guión y el apartado gráfico de esta obra) nos vemos inmersos en una divertida disertación que mezcla realidad y ficción (otra de las aficiones de Ramón es meditar junto al fantasma de su padre, con el que habla de todo tipo de temas) y en donde el protagonista se hace esas preguntas que todos nos hacemos en algún momento de nuestras vidas, cuando nos damos cuenta de que lo que nos rodea quizás no nos satisface, y que se resumirian en una pregunta: ¿soy feliz? ¿que puedo hacer para cambiarlo?
LO MEJOR: Lo bien que refleja las dudas existenciales de un hombre de mediana edad, con múltiples detalles que seguramente harán reflexionar a más de uno.
LO PEOR: Desprende quizás cierto positivismo que en el mundo real no es asi (citar por ejemplo la escena de la bofetada, en la realidad hay tantos que SI deciden darla…)