Reseña de cuatro tomos del comic Powers de Brian Michael Bendis y Mike Avon Oeming
Cug
Si uno es aficionado a los comics seguro que en algún momento de su vida ha probado con los superhéroes. El citado género ha dado para TANTO que sería una tarea inutil intentar recopilarlo todo en esta modesta reseña, pero por lo que se ha caracterizado esos mundos llenos de personajes con poderes especiales (al menos en sus orígenes a principios o mediados del siglo XX) es por cierta auto-censura que les ha impedido ir “un paso más allá” por temor de las repercusiones ante sus lectores potenciales, la mayoría en la categoría infantil. Eso con el paso de los años fue cambiando, e importantes autores trajeron nuevos aires, frescura y modernidad, pero aún así aún hay ciertos terrenos que podriamos denominar como “tabú”, los cuales pueden ser más sugeridos en la actualidad que en el pasado, pero que son tratados con bastantes reservas. El más evidente de todos es el sexo, lo cual resulta curioso en unos mundos donde los héroes suelen ser auténticos culturistas (o tener cuerpos bastante fibrosos) y las mujeres unas bellezas de campeonato (que además suelen ir vestidas con uniformes bastante sugerentes o que en algunos casos dejan poco a la imaginación). El otro podría ser una violencia nunca exacerbada y dentro de unos cánones admisibles para el mainstream donde se englobarían casi todos los personajes enmascarados de las editoriales Marvel y DC (todo esto en líneas generales, ya que esporádicamente hay algún que otro intento de cruzar esa “barrera moral” en historias más oscuras y realistas).
¿Que ofrece Powers? Un tratamiento adulto del género: la violencia es descarnada (citar por ejemplo la primera víctima del tomo Cósmico que es literalmente reventada) y el sexo es tratado de manera clara y concisa (ahi pondria de ejemplo la escena de la autopsia de cierto personaje, enfocada en plano superior pero sin poner esos “detalles puritanos” que taparian los órganos sexuales del difunto si esto fuera una obra más comercial) El citado no será el único, porque hay bastantes desnudos más en los tomos citados en el título del post (por no hablar del vocabulario de los personajes, más realista y más creible (y menos tamizado que el de las grandes editoriales) pese a que se muevan entre fantásticos superhéroes con todo tipo de poderes). Pero en si lo que es Powers es un procedimental (tipo CSI) donde se encuentran el mejor género negro americano en un mundo con superhéroes, pero en donde los mismos no son perennes (la serie empezó con la investigación de la muerte de Retro Girl), evitando ese continuo retorno del Más Allá que tienen por costumbre personajes más mediáticos como Superman, Batman o Spiderman (hay algunos que han tenido ya tantas muertes que cuando se anuncia su defunción los lectores ya hacen cábalas de lo que tardará en volver). Y es que la violencia entre los héroes y los villanos de esta serie ha llevado a la historia hacia la continua inseguridad (y por lo tanto sorpresa) de lo que ocurrirá o de quien vivirá o morirá, un suspense que agradece el lector cansado de comics de superhéroes que giran sobre los mismos conceptos.
Todo ello es visto desde los ojos de Christian Walker (ex-superhéroe llamado Diamante) y Deena Pilgrim (sin ninguna relación con otro famoso personaje del mundo del comic, Scott Pilgrim), los agentes de policia que investigan los casos que hasta ahora han sido recopilados por Planeta primero y Panini ahora en tomos autoconclusivos, aunque cual si fuese una serie, con hilos argumentales que se suceden de un caso (tomo) a otro (y entre los cuales de los títulos referenciados en este post destacaría lo que provoca la involuntaria concesión de poderes a Deena, y el uso que hace de ellos contra cierta persona, lo que la lleva (y nos lleva) a la fina línea que separaría a los “buenos” de los “malos”, así como una nueva variante de la clásica El fugitivo, algo que se nota más en Los 25 superhéroes muertos más molones de todos los tiempos) Aún así la serie ofrece más, ya que otro de los argumentos de los tomos referenciados es la prohibición del uso de poderes por parte del gobierno, lo que enseguida nos hace recordar esa obra maestra del género que fue (y sigue siendo) Watchmen. Todo ello (apenas una leve pincelada de sus contenidos) mejora unido a un sensacional dibujo cartoon por parte de Mike Avon Oeming que aunque algunos puedan tachar de infantil para el tono adulto de la obra, resulta el mejor complemento para la misma (e incluso creo yo que es el que permite hacer accesible esta serie a nuevos lectores, que quizás no estarian tan abiertos si fuera un estilo pictórico más farragoso).
Pese a que pueda circular en algunos momentos (reconozco que lo ha hecho) por terrenos muy trillados (no en vano el género negro ha sido uno de los más explotados en la historia) Bendis a cargo del guión y Oeming en los dibujos consiguen una obra compacta, entretenida y adulta, que ofrece acción y emoción así como alguna que otra sorpresa (bien dentro de unos diálogos más explícitos y creibles o de unas insinuaciones más directas y realistas que las que uno esperaría en un comic de enmascarados). Las fichas técnicas de los tomos de esta serie (linkeadas de Tienda Dreamers) las teneis por este enlace los que editó Planeta (y con los que descubrí Powers hace años en la biblioteca) y por este otro enlace los que edita Panini, entre los cuales están los que me he leído citados en el título de este post (ahora me queda por deleitarme con Para siempre, que cerraba el primer volumen de la serie hasta que los autores se pasaron a Marvel, e Identidad secreta, los cuales no estaban disponibles cuando me cogí en préstamo de la biblioteca los aqui reseñados) De todas maneras yo creía que los cuatro tomos indicados eran continuos, ya que engloban los números 1 al 25 del volumen 2 USA, pero parece ser que antes del de Los 25 superhéroes muertos más molones de todos los tiempos va el de Identidad secreta que no me he leído aún (pese a lo cual no priva para que las historias sean facilmente accesibles debido a su ya citado caracter de procedimental)
Por último citar que aunque el dibujo es uno de los mejores puntos a favor de esta obra, lo que decora el post no son las portadas de los tomos citados en el título, sino de dos números incluidos en uno de ellos, claros homenajes a los posters de La Naranja Mecánica y Blade Runner (y que no podía menos que citar aqui siendo mi temática sobretodo el cine).
LO MEJOR: Aunque es un estilo muy particular no muy del gusto de todos, si congenias con la manera de narrar que tiene Brian Michael Bendis (que quizás por momentos pueda ser muy reiterativa, todo hay que decirlo) uno disfrutará con una serie en la que se nota el cariño que han puesto sus responsables, pese a que el estilo de procedimental de suspense en el que está englobada no sea tampoco un género en el que se puedan dar muchas sorpresas al lector experimentado (si bien el lector de comics de superhéroes quedará agradablemente convencido con lo que nos ofrecen aqui sus autores).
LO PEOR: La citada reiteración en algunos momentos, ciertos esquemas trillados vistos en otras muestras de género negro y de suspense así como (si eso no te importa) lo rápido que se leen algunos tomos, sabiéndote a poco y dejándote con las ganas de más.