FICHA TÉCNICA
Título: ¡Rompe Ralph!
Título original: Wreck-It Ralph
Dirección: Rich Moore
País: Estados Unidos
Año: 2012
Fecha de estreno: 25/12/2012
Duración: 101 min.
Género: Animación
Calificación: Apta para todos los públicos
Reparto: John C. Reilly, Jane Lynch, Ken Jeong, Sarah Silverman, Brandon T. Jackson, Stefanie Scott, Jack McBrayer, Scott Menville, Jamie Elman, Jack Angel
Distribuidora: Walt Disney Pictures
SINOPSIS
Ralph (con la voz original de John C. Reilly) lleva 10 años siendo el ‘malo’ de un famoso videojuego. Siempre acaba perdiendo, y ya está harto de ver cómo el héroe Félix (Jack McBrayer) se lleva todos los honores. Así que Ralph decide coger el toro por los cuernos y embarcarse en una aventura por las diferentes generaciones de videojuegos, dispuesto a darle a la vuelta a la tortilla. Sin embargo, su extravagante aventura va a costarle unos cuantos disgustos…
CRÍTICA
Cuando hace unos años uno citaba a la Disney pensaba en ella como creadora de ñoños entretenimientos para los más pequeños de la casa, algo que cambió con la calidad de muchos de sus films animados de principios de los 90 así como muchas de sus incursiones en lo digital, aunque casi siempre bajo el apoyo de la Pixar. De todas maneras ellos quieren demostrar que no son menos y llevan años estrenando títulos (por ejemplo Bolt, Rapunzel-Enredados,..) de animación por ordenador pero con el sello Disney, por lo que no extraña la llegada de este ¡Rompe Ralph! que (además) pretendía ser un homenaje a los videojuegos de nuestra infancia, aquellos con los que muchas veces disfrutábamos en los salones recreativos.
Se puede hacer cine con una mirada nostálgica al pasado como demuestra el corto previo a este film (un Paperman que tampoco es que sea una maravilla, pero que luce MUCHO más; claramente creado como homenaje a la animación clásica) y se puede intentar con referencias a Sonic, Pac-Man, Streetfighter u otros juegos clásicos (y que conste que lo dice uno que nunca ha sido fan acérrimo de los mismos) En ese sentido lo que mejor puede funcionar es la terapia de malos a la que se presenta el protagonista, y que es con la que da comienzo la película. Si a eso sumamos cierto tono heredado de Toy Story (allí los juguetes interactuaban entre ellos lejos de la visión de los niños, aqui los personajes hacen lo mismo cuando se apagan las máquinas) la cosa podría haber funcionado.
Igual es que mis expectativas estaban un poco altas, pero el supuesto homenaje a los videojuegos se pierde en cuanto el protagonista entra en Sugar Rush, el empalogoso mundo donde conoce a la insufrible Vanellope, una irritante niña que se supone que tiene que caernos entrañable pero que a mi me sentó como un empacho de dulce, propiciado también por el infantiloide mundo de piruletas y chucherías por donde se mueve, que uno está esperando que sea destrozado por los bichos que Ralph trae sin querer al mismo tras su paso por un juego de acción tipo Aliens. Es en ese citado juego de acción cuando el protagonista se escandaliza de la violencia en los videojuegos pero la misma ahi está y ahi ha estado siempre, por lo que la supuesta travesía por los videojuegos de nuestra infancia se queda en breves guiños a los que he citado antes (Sonic, Streetfighter, Pac-Man,…) y ya está, quedándose el resto en la parte más infantiloide de los mismos.
A menos, claro está, que cuenten como referencia los “alimentos” ya que durante la estancia en el insufrible mundo azucarado de la insufrible niña se hacen menciones BIEN directas al Nesquik, Cola-Cao, Coca-Cola o los caramelos Mentos. Pero si nos metemos en temas de comida casi que prefiero la mala leche de programas como Pesadilla en la cocina que no chuminadas así que parecen para niños MUY pequeños, por lo que no entiendo las críticas entusiastas que leo por internet, ya que yo me decanto por un aprobado justo, y solo por los guiños antes citados al mundo de los videojuegos (por ejemplo el movimiento “a saltitos” de los personajes del juego de Ralph, como claro homenaje a los de los años 80)
La supuesta originalidad que le ve la gente no sé donde está, porque aparte de copiar-plagiar-imitar (que cada uno ponga lo que más le convenga) la base de Toy Story como ya he dicho antes… ¿es que nadie se recuerda de Tron? Pues esto ES LO MISMO: mostrarnos el supuesto universo que tenemos al otro lado de la pantalla (aparte de lo evidente en el malo que cambia de actitud, algo que ya mostró Gru, mi villano favorito o Megamind por poner tan solo dos ejemplos) Y como aún haya alguien que le parezca cursi todo el tema de las princesas Disney, cuando llegue al final verá como incluso aqui han metido el tema, por lo que sumado a una historia previsible de principio a fin se salva tan solo por momentos puntuales de verdadero acierto.
LO MEJOR: El corto previo (del que teneis imagen de su banda sonora bajo estas líneas) y las referencias iniciales en la terapia del protagonista.
LO PEOR: Absolutamente TODO lo que concierne al almibarado mundo de Sugar Rush.