Editorial: Bibliópolis
Colección: Fantástica (Num. 28)
Idioma: Castellano
Nº Edición: 1
Fecha de edición: 06-2005
Encuadernacion: Rústica
Tamaño: 23 x 15 cm.
318 páginas
SINOPSIS
España, julio de 1938. La Guerra Civil dura ya dos años y parece decantarse inevitablemente hacia el bando nacional. Anticipándose a la victoria de los insurgentes, el gobierno británico envía a lord Phillimore como embajador oficioso a la corte de Franco en Burgos. Formando parte su séquito se encuentra una figura inesperada que se hace pasar por su mayordomo y que no es otro que el genial detective Sherlock Holmes.
Cuarenta años antes, un pariente de lord Phillimore se vio implicado en uno de los poquísimos casos que la brillante mente analítica de Sherlock Holmes no consiguió resolver. Aprovechando la designación de Phillimore como representante británico en la España nacional, Holmes sale de su retiro para obstaculizar las actividades de la Alemania nazi en nuestro país, resolver el mayor desafío de su carrera y luchar por última vez contra las fuerzas del mal y la destrucción.
En su empeño contará con la ayuda del joven Hudson, sobrino de su antigua ama de llaves en Baker Street, y con la de un elenco de personajes que va desde Rick Blaine (antes de abrir su famoso bar en Casablanca) hasta el alucinado escritor H. P. Lovecraft, pasando por Robert Capa, Jorge Luis Borges, George Smiley y hasta el mismísimo Winston Churchill.
CRÍTICA
Eso de que Sherlock Holmes coincidiera con muchos personajes coetaneos a su época ha sido el baluarte clásico de los mejores pastiches sobre el personaje pero… ¿y fuera de ella? Acostumbrados a un detective de la época victoriana campando a sus anchas por un Londres (o alrededores) seguido de su fiel Watson, ¿podemos hablar del mismo personaje si lo sacamos de ese ambiente? En este caso la respuesta es… relativamente si.
Con la sinopsis previa del libro que teneis sobre estas líneas yo me lo cogí de la biblioteca pensado que sería algo así como Indiana Jones y la última cruzada, o sea, con un Holmes anciano como allí lo era Sean Connery y con un William Hudson más joven al que se le dejarían las escenas de acción tipo Indy. Fue un error por mi parte porque la historia tiene muchos vericuetos, aunque quizás por sus grandes ambiciones me dió la sensación de prometer más de lo que luego da.
No nos llevemos a errores, los encuentros que citaba al principio se producen, y si alguien está pensando en el más básico (Sherlock Holmes y Francisco Franco) podrá leerlo, pero la sorpresa radica en que la acción en España no ocupa todo el libro, porque en parte del mismo el famoso detective cuenta una aventura que tuvo en América y que le unió a un tipo de pinta de Dios griego, con rostro inocente y con poderes especiales cuyo apellido es Kent. Logicamente no cuesta imaginarse, con esas y otras especificaciones, que estamos hablando de Superman, si bien no se le cita nunca por el nombre supongo que de cara al tema de los derechos de autor y demás mandangas (igual si pone el nombre en el libro a Rodolfo Martínez le hubieran hecho pagar algún tipo de canon)
En esta aventura nuevamente va Holmes tras el Necronomicón (el libro de los muertos citado en películas como la saga Evil Dead) y aunque la localización de España puede parecer forzada, queda todo perfectamente ligado incluso en la explicación final de porque Franco hizo el Valle de los Caidos o como es que Superman no intervino en la Segunda Guerra Mundial si existía en la narración de esta historia. Asimismo hay referencias al anterior libro del autor (Sherlock Holmes y la sabiduría de los muertos) y en la historia se nos descubre un gran secreto del famoso detective (con la “aparición” de cierto pariente que nunca pensamos que pudiera tener), asi como la inclusión en la parte final de una emotiva escena póstuma junto con el familiar citado (ya que salvo para casos muy puntuales, el autor respeta la biografía del personaje a cargo de William S.Baring-Gould)
De todas maneras si que me gustaría comentar que a nivel personal este libro no me convenció tanto como el anterior del mismo autor, porque son demasiados detalles y temas los que quiere tocar (aparte de lo citado más arriba hay claras referencias a Star Wars por lo de cierto personaje que pasa al lado oscuro y que había sido fiel de Holmes, aparte de lo que acontece en un paisaje de locura claramente referente a la obra de H.P.Lovecraft) lo cual provoca que no todos tengan el mismo interés que otros (algo así como lo que ocurre en una recopilación de historias breves, que unas pueden gustar más que otras, con la diferenciación que aqui todas estarían ligadas por un mismo hilo conductor) De todas maneras es encomiable la labor de unir al famoso detective de Baker Street con tantos hechos y personajes diferentes sin que la cosa chirrie o parezca antinatural, si bien costará un poco meterse en la historia por el hecho de tener a un personaje tan típico de una época fuera de su habitat original.
LO MEJOR: Los encuentros de mayor o menor duración que tiene a lo largo del relato el famoso detective creado por Arthur Conan Doyle con hechos, personajes o cosas con las que en un principio nadie lo relacionaría (Francisco Franco, Superman, nuevamente el Necronomicón, etc.).
LO PEOR: Si bien sale airoso en la valoración global, cuesta en algunos momentos de imaginar a un personaje de una época tan específica como Holmes en según que situaciones o con que personajes.