¿Sería posible traer a la actualidad a un mito literario como Sherlock Holmes? Pues si: como parte de un proyecto conjunto entre la BBC / Gales y la WGBH (radiodifusora cultural con sede en Boston) Steven Moffat y Mark Gatiss producen esta serie de tres episodios (en su primera… ¿de más temporadas?) que presenta tres relatos de Conan Doyle ambientados en el siglo XXI. Con la participación de Benedict Cumberbatch como Sherlock Holmes, Martin Freeman como el Dr. John Watson y Rupert Graves como el Detective Investigador Lestrade, esta nueva adaptación del clásico de detectives prometía satisfacer a los seguidores más acérrimos y atraer a nuevas generaciones. En mi caso, y con el recuerdo de la gran afición que tuve por el personaje en mi infancia, tengo que reconocer que la actualización de sus aventuras está perfectamente conseguida, y estos tres capítulos que componen su primera temporada me han sabido a muy poco, máxime con el pedazo cliffhanger con el que ha acabado el tercero, con el clásico duelo entre Sherlock Holmes y Moriarty… en unas particulares condiciones.
La intención de sus creadores era presentar a un personaje que existe más allá de la época de su primera aparición, preservando la esencia de Sherlock Holmes fuera de la atmósfera victoriana y preindustrial de los relatos de Conan Doyle, sin por ello, afectar la tradición y el estilo original de su autor, algo que todo fan Sherlockiano notará en infinidad de detalles del clásico personaje pero situados ahora en una época actual (el título del primer episodio, A study in pink, es toda una declaración de intenciones, al adaptar y actualizar (muy bien, todo sea dicho) Estudio en Escarlata, la primera aventura literaria del famoso detective). Asimismo resulta muy curiosos los cambios introducidos de cara a la modernización del mito (como por ejemplo los parches de nicotina en lugar de su clásica pipa) así como ciertos chistes de cara a la galería (¿cuantas veces no se ha insinuado que Holmes y Watson eran pareja sentimental? aqui hay un simpático comentario al respecto) pero todo ello consiguiendo que lo que se mueve a su alrededor (el citado Moriarty, su hermano Mycroft, su amigo Watson,…) sean facilmente reconocibles para cualquier espectador pero respetando la esencia que todo fan conoce.
En ese sentido muchos quizás alabarán más estos tres capítulos que la reciente película sobre el personaje orquestada por Guy Ritchie, pero desde el punto de vista de un aficionado como yo, son dos opciones separadas, compatibles al coincidir en el mismo personaje pero cuyos objetivos son diferentes, aunque si es verdad que para no ser ninguna de las dos una adaptación 100% fidedigna (sino que se toman claras licencias) se nos muestra más respetuosa con el personaje clásico la presente miniserie de la BBC que el film que protagonizaron Robert Downey Jr. y Jude Law (aunque quizás ellos como interpretes ganan a los de esta adaptación, correctos pero por momentos un poco dubitativos de los personajes a los que interpretan) Pese a ello, y a nivel personal, tengo que reconocer que Benedict Cumberbatch me recordó muchísimo a Nicholas Rowe, el Holmes de la GRAN película El secreto de la pirámide (¿hubiese sido así el Sherlock de aquella historia, pero traspasado al siglo XXI?).
LO MEJOR: Lo mucho que promete convertir al clásico detective en toda una GRAN serie procedimental al estilo de otras como CSI, etc.
LO PEOR: ¡¿3 capítulos SÓLO de primera temporada?! Sabe a poco.