Entre machacas y becarios

Slumdog Millionaire [Crítica]

Como muchos sabéis Luis Cifer ha dado el salto y ahora tiene su propio blog. En el va a seguir poniendo sus críticas de cine que podéis seguir también por RSS desde esta dirección.

Nosotros desde machacas vamos a intentar seguir con la sección de críticas de cine y para eso estamos intentando seleccionar a una o varias personas que se ocupen del tema.

Pongo una de las críticas que nos han mandado para que deis vuestra opinión y os animo a que colaboréis mandándonos alguna a colabora@

Slumdog Millionaire (Danny Boyle, 2008)

Slumdog Millionaire, con sus oscars y las opiniones tan dispares que ha generado, realmente se merece algo. La manera de narrar la deslumbrante historia de Jamal, el chico de chabola que llegó a la última pregunta del concurso le entra al espectador por los sentidos y le conquista desde el primer momento. Una magnífica fotografía y una ambientación colorista, acompañadas de una banda sonora que es en sí misma gran parte de la película, y una trama que mezcla frenéticamente escenas de acción, ternura y problemática social, transportan al instante a una atmósfera mágica, si bien inesperadamente dura, de la cultura de la India actual. Un país que ya gira en torno a la sociedad del dinero y del éxito (¿Quién quiere ser millonario? es ahora la pregunta de actualidad), y hace frente a un pasado rico en identidad pero lleno de miserias.

Por otra parte, uno se queda con la sensación de que hay algo que no termina de encajar en la historia. Es una película que, desde luego, pretende profundizar en la problemática social de la India y dar a conocer el verdadero rostro duro del país de las chabolas. Violencia étnica y religiosa, trata de blancas, grupos mafiosos que secuestran a niños y les somenten a auténticas atrocidades impactan y hacen pensar. Sin embargo, la pobreza no se deja de tratar como un escenario folclórico de fondo que da más paisaje a la historia. No se indaga en la causa fundamental de dicha situación ni en los problemas estructurales del país. Además, una historia de cuento moderno, que narra la conquista del éxito a través de la frivolidad del golpe de suerte, protagonizada por un actor que, salvo el color de la piel, es decididamente más británico que indio, se unen a una serie de tópicos a lo largo de la película que dejan al espectador con cierta sensación de haber leído un folleto de turismo.

No hay que dejar de ver esta película que, probablemente, ha marcado un hito en el cine. Auténtico producto del mundo global en el que vivimos, por primera vez acerca a nuestras pantallas una realidad cultural agridulce con una trama ligera que hará sonreír al espectador.

Por Antonio Correas

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