FICHA TÉCNICA
Título: Spring Breakers
Título original: Spring Breakers
Dirección: Harmony Korine
País: Estados Unidos
Año: 2012
Fecha de estreno: 15/03/2013
Duración: 94 min.
Género: Criminal, Drama, Comedia
Calificación: No recomendada para menores de 18 años
Reparto: James Franco, Selena Gomez, Ashley Benson, Vanessa Hudgens, Rachel Korine, Heather Morris, Lauren Vera, Emma Holzer, Gucci Mane, Ash Lendzion
Guión: Harmony Korine
Distribuidora: Vertigo Films
Productora: Radar Pictures, Muse Productions, Division Films, Iconoclast
SINOPSIS
¿Qué puede suceder cuando tus ganas de pasártelo bien nublan todo pensamiento racional? Esta es la historia de cuatro amigas que están dispuestas a todo para disfrutar de las vacaciones de su vida. Incluso cometer un delito. Candy (Vanessa Hudgens), Faith (Selena Gómez), Brit, (Ashley Benson) y Cotty (Rachel Korine) llevan un tiempo planeando las mejores vacaciones de su vida, pero les falta el dinero para llevarlas a cabo.
Totalmente cegadas por su ansia de fiesta atracan un comercio e invierten todo el dinero conseguido en sus vacaciones soñadas. Durante unos días el descontrol lo ocupa todo, hasta que son arrestadas y acusadas del atraco. Entra entonces en escena Alien (James Franco), que se transforma en su benefactor pagando su fianza y dándoles la libertad, pero espera obtener ciertos favores a cambio de su buena acción. Alien resulta ser un camello, además de chulo, que busca sangre nueva para su negocio. Así las chicas se ven inmersas en una espiral de droga, sexo y violencia que parece no tener fin.
CRÍTICA
Aficionado como soy al cine y (sobretodo en su apartado gráfico) a los carteles de las películas, no voy a negar que cuatro chicas en bikini es suficiente incentivo para mi, y si a eso unimos que dos de ellas son ex-princesas Disney (Vanessa Hudgens y Selena Gomez) pues más morbo todavía. Recordemos que la primera se hizo famosa por High School Musical mientras que la segunda lo fue por Los magos de Waverly Place, en ambos casos franquicias del canal Disney. Y también en ambos casos sus relaciones sentimentales con Zac Efron la primera y Justin Bieber la segunda ayudaron a auparlas a ese olimpo de la fama adolescente, de donde suelen caerse a la misma velocidad que suben a él.
Junto a ellas dos el otro rostro conocido del reparto es el de James Franco, que se dió a conocer como Harry Osborn en la trilogía de Spider-Man a cargo de Sam Raimi, y que aqui luce un peinado que bien podría ser el equivalente al que su personaje tiene en los comics. A un nivel más bien televisivo está Ashley Benson (vista en la serie Pequeñas mentirosas) mientras que Rachel Korine es la esposa del director de este film, que reconozco es el primero que veo de un tipo que siempre se ha movido por el cine independiente y que con esta película tendría el que se puede considerar como título más comercial… aunque solo sea por los nombres citados.
Arrastrando la típica polémica en ese tipo de trabajos que parecen no tener término medio (algo así como el inicial Tarantino, que o te encanta o lo odias) la película es una crítica contra la vacía juventud actual, que se rige por modas de corta duración y en donde hay una continua búsqueda del hedonismo sin importar las condiciones para ello. En este punto es justo reconocer que esto sería una versión de UNA PARTE de la juventud actual, porque logicamente supongo que no toda es así, pero hay que ir precavidos contra muchos que si podrían estar representados por las alocadas jovencitas de esta historia, que parecen recien salidas de un reality de la MTV al estilo de Jersey Shore y sus múltiples derivados.
En ese sentido el personaje de Selena Gomez es el que actuaría como más inocente, y por tanto más realista, pero como el director no sabe que hacer con ella se la quita de enmedio a media película (tranquilos, no como os pensais) Pero será cuando otra de ellas reciba un disparo accidental (aunque no, tampoco penseis que la despachan así) cuando por fin parecen darse cuenta de donde se han metido. El problema son las dos que quedan, cuyo desfase final no es tan solo estrafalario (¿ESTO QUE ES, un sucedaneo de Jungla de Cristal?) sino poco creíble, dando la sensación que ese viaje hasta el límite es el que tiene que hacer la juventud para madurar, aunque sea llevándose por delante a quien sea o saltándose todos los límites habidos y por haber.
Jugando a la estética visual más videoclipera el film peca de que lo que cuenta (te guste más o te guste menos, lo comportas o no) es una mera excusa desgranada en poco más de 90 minutos pero donde sin duda sobrarían muchas escenas de simple relleno que no solo no aportan nada sino que me hicieron pensar que el director podría ser la versión independiente de Michael Bay porque por momentos tiene su mismo y frenético método de rodar (igual es de lo que se mete…) Y en este supuesto viaje iniciático de las muchachas creo que se provoca más de lo que se hace porque no me creo que el personaje de James Franco no actue como proxeneta de las cuatro chicas hasta el final sino más bien como su protector (¡con el morbo que hubiera dado abusar de la más inocente!)
De todas maneras resulta curiosa la opción elegida por las actrices citadas para quitarse de encima la estela infantil (donde les comenzó la fama) con una película arriesgada y no muy apta para sus fans de televisión (por más que había un grupo de ellas a la sesión a la que fuí yo) Heredera de aquel film del 94, Asesinos natos, que también jugaba a la provocación llevada al exceso (y cuyo guión original era de Tarantino), habrá espectadores que disfruten con este espectáculo digno de la MTV (ahora que aunque salgan tetas ninguna es de las protagonistas) y en donde parece que se justifique el llevar la vida hasta el límite tan solo por el aburrimiento de la monotonía. Lo malo es que de un “viaje” así uno no puede salir “de rositas”.
LO MEJOR: Claro relato de lo que en España sería la generación “ni-ni” (ni estudia ni trabaja) pero que quieren vivir a tope de botellón en botellón (o como las protagonistas de la película, de fiesta en fiesta) sin importarles nada ni nadie.
LO PEOR: Si se quiere ser malo hay que llegar hasta el fondo, y el personaje de James Franco pedía a gritos el comportarse de manera más cabrona con todas ellas (ya lo dice el refrán: “quien juega con fuego acaba quemándose”) Y eso es lo que les hubiera hecho falta a las dos del final, también demasiado exagerado y MUY POCO CREÍBLE.