Tengo que reconocer que soy simpatizante (que no fan) de la saga Star Trek pero aunque hay algunos aficionados que reniegan de ella, el reboot que realizó J.J.Abrams en 2009 me parece que consiguió insuflarle vida a una saga ya un tanto caduca (sobretodo por la edad de muchos de los miembros de la serie original sesentera (*)) algo que el propio director superó en su secuela, que me parece todavía mejor (es curioso que tras gozarla estaba estusiasmado con la idea de que J.J.Abrams fuera el responsable de Star Wars: El despertar de la fuerza porque me imaginaba algo así, cuando luego fue más bien un remake del Episodio IV de 1977)
Ante no poder hacerse cargo de esta tercera entrega de la saga para la gran pantalla, Abrams se quedó como productor, delegando la silla de director en Justin Lin, cuya mayor referencia hasta la fecha había sido varias entregas de la franquicia Fast and furious. Hay que decir que el cambio es tanto positivo como negativo, ya que el trabajo de Lin es claramente continuista del previo de J.J.Abrams, aunque por contra también es cierto que no aporta novedades dignas de mención para el seguidor habitual de esta saga, lo que no priva para ofrecer a cambio una aventura vibrante y enérgica.
El primer detalle que salta a la vista es un guión más sencillo (que no por ello simple) donde su hilo argumental incluso se podría decir que es heredero de cualquier capítulo de la serie de televisión de los 60, pero en este caso estirado para llegar a película, ya que tiene muy bien delimitados el inicio, nudo y desenlace del relato. En un título que ve la luz este 2016 para celebrar los 50 años de la serie original fruto de Gene Roddenberry, uno de los mayores alicientes de esta Star Trek: Más Allá sería la interacción entre los miembros de la tripulación despues que Krall los disgregue al derribar su nave, si bien se le puede achacar que en algunos de ellos el desarrollo es mínimo (cumpliendo el detalle antes citado de su equivalencia con una serie de televisión, en las cuales el avance de los personajes de episodio en episodio suele ser paulatino, girando más bien sobre esquemas perennes preestablecidos para así hacerlos perfectamente reconocibles para los nuevos seguidores… como por ejemplo pasa con los superhéroes)
Con un reparto acertado que tan solo tiene que continuar el estilo ya planteado en los films previos, hay que destacar entre las novedades al personaje de Sofia Boutella, ya que su Jaylah consigue empatizar con el espectador (espero que siga en futuras entregas, porque visto lo visto aqui, sin duda lo merece) La otra incorporación destacada de este film sería la del actor Idris Elba, pero su villano Krall peca quizás de no ser tan terrible como aparenta (eso si, en cuanto a maquillaje ya tiene mérito el aspecto que le dan), si bien en el tramo final se descubre el misterio sobre él y sus verdaderas intenciones, aunque (cual si fuera un film de la saga Bond) se hace predecible que no podrá llevar a cabo sus planes gracias a nuestro grupo de héroes de la Enterprise (de ahi la sencillez argumental que he citado antes) en una confrontación cumplidora y correcta pero que me dió cierta sensación de buscar, como en el circo, el “más dificil todavía”.
Se le puede achacar a Lin como director (aunque es algo muy común desde hace unos años) cierta confusión a la hora de rodar las escenas de acción, pero se puede decir que el contrapunto está en Simon Pegg, también presente en la película, y que ha sido co-guionista de esta entrega, lo que en momentos puntuales se revela como todo un acierto. Con un emotivo homenaje al fallecido Leonard Nimoy (el Spock clásico) en una película dedicada tanto a él como a Anton Yelchin, el actor que da vida a Chekov y fallecido en un fatídico accidente, Star Trek Más Allá es una película que gustará a los fans de las previas, supongo que también a los de toda la franquicia y aquellos que se acerquen por primera vez a esta franquicia este film les aportará, como mínimo, un entretenido espectáculo.
- FICHA TÉCNICA y SINOPSIS en IMDB (en inglés) y FilmAffinity (en español)
- (*) LA ACLARACIÓN: En mi caso la serie de los 60 la seguí en mi infancia en las reposiciones que ponía el canal de televisión autonómico catalán por lo que le tengo el mismo aprecio que a tantas otras que ví por entonces, algo que no se repetió con nuevas tripulaciones (como la dirigida por Patrick Stewart) y que con las películas tuvo una suerte desigual (aunque me declaro fan de Star Trek IV: Misión salvar la Tierra) Vamos… ¡que a mi me van los personajes originales: Kirk, Spock y el resto de la Enterprise!
- EL DETALLE: Cuando el personaje de Simon Pegg queda al borde del abismo, ¿se supone que sale solo?
- LO MEJOR: Tiene un estilo claramente continuista a las anteriores entregas orquestadas por J.J.Abrams, donde a un reparto acertado hay que sumar a la actriz Sofia Boutella, cuyo personaje se convierte en uno de los más carismáticos de este film.
- LO PEOR: Sin ser por ello malo digamos que su estructura es tan sencilla que podría pasar perfectamente como un capítulo de la serie clásica (aunque visualmente actualizado), lo que la convierte en la entrega más floja desde el reboot de 2009.