Lo admito: a mi Prometheus me gustó teniendo en cuenta que lo previo habian sido los dos lamentables cruces con Depredador. Y supongo yo que si esta secuela viniera firmada por (casi) cualquier otro director se podría admitir que cumple por la mínima. Pero es que en este panorama actual en el que parece que las secuelas y/o precuelas tienen que ser en el fondo remakes más o menos encubiertos de los films que iniciaron las susodichas sagas (y lo escribo pensando en Star Wars Episodio VII: El despertar de la fuerza) aqui el señor Ridley Scott demuestra ser tan inteligente como George Lucas, y si el otro creo una franquicia que se retroalimenta a si misma, otro tanto ocurre aqui con un film bastante decepcionante que DE NUEVO vuelve a seguir el esquema de la primera película de hace ya casi 40 años, sin molestarse a pensar que con sus secuelas (fueran mejores o peores, eso depende del gusto de cada cual) y sus variantes de todo tipo (por ejemplo la reciente Life, al menos más imaginativa que esta) han demostrado que es necesario innovar en vez de girar una y otra vez sobre los mismos conceptos y fórmulas (aunque claro, si el público responde ellos van con más de lo mismo)