Prosigue el crecimiento del universo Marvel cinematográfico con esta secuela de Ant-Man, que hace tres años sorprendió por su sencillo y simpático tono, muy acorde a como nos presentaban al personaje. En este caso es la tercera película Marvel de este año tras los taquillazos de Black Panther y Vengadores: Infinity War, si bien a este Ant-Man no lo veiamos desde Capitán América Civil War. De hecho no hizo su aparición en la primera entrega de la batalla contra Thanos porque se encontraba cumpliendo el arresto domiciliario tras lo acontecido en la citada Capitán América Civil War. A partir de ahi nuestro heroe se ve inmerso en una nueva aventura: rescatar a Janet Van Dyne (a la que da vida Michelle Pfeiffer) del mundo cuántico en que se perdió hace ya varios años atrás.
Para conseguir rescatar a la Avispa original tendran que formar equipo Scott Lang como Ant-Man, Hope Van Dyne (la hija de Janet y Hank) como la nueva Avispa y Michael Douglas repitiendo como Hank Pym. Pero no todo será tan sencillo, ya que en esta aventura se las tendrán que ver con la misteriosa Fantasma, que es capaz de cambiar su fase cuántica (aunque perdiendo dicho poder progresivamente), ademas de un gánster de alta tecnología interesado en apropiarse de los inventos de Hank y Hope para provecho propio (si bien en esencia resultaría un personaje bastante maníqueo desde el primer momento) En tal dificil situación Scott tendrá la ayuda de su amigo Luis (un Michael Peña de nuevo “alivio cómico” no siempre acertado)