Vaya título. Vaya por delante que las películas de niñas ricas y sus devaneos amorosos no me suelen interesar. Me parecen superficiales y estúpidas. Si encima la cosa va de época victoriana (con esos vestidos, sus estrictas costumbres y su falsa moral) pues el pastelón está servido.
Siguiendo la estela de Sentido y sensibilidad u Orgullo y prejuicio, Expiación tiene todos los ingredientes del típico folletín romántico pero introduce algún otro que la hace más que recomendable.