3. La llave de la felicidad
Los anuncios de ciertas marcas, a base de sacar chicos y chicas guapos, consiguen que el consumidor asocie la idea de juventud y bienestar al producto en cuestión. No es mala técnica publicitaria, se llama técnica asociativa.
Ya sabemos del poder de la publicidad y cómo cambió la imagen de Santa Claus. Pero llega un punto en el que en una botella o un jersey dejan de ser simples objetos de consumo, son mucho más: la llave de la felicidad. Bebiendo esta bebida o llevando este jersey, serás aceptado por la gente guapa, tu vida será más divertida, tú y tus amigos seréis más guapos y esbeltos. Nada más lejos de la realidad. La publicidad deja de ser difusión de características para vender sueños.