Va a ser muy dificil que quien vea esta película no la asocie enseguida con los X-Men de Marvel, además con la coincidencia de compartir la misma productora (Fox) y guionista (Jane Goldman, responsable de X-Men: primera generación), pero resulta evidente también cierto toque de La Familia Addams. Cuando me leí la novela en la que esta se basa ya me dí cuenta que era material perfecto para Tim Burton, que es el director de esta adaptación que no resulta fiel al 100% (el último tercio ofrece un final “más o menos” más cerrado que el de la novela) pero que resulta un reencuentro con ese Burton que en estos últimos años se había vuelto un tanto irregular.
La historia se centra en Jacob (Asa Butterfield), un joven con pocos amigos que ha crecido con las fantásticas historias de juventud que le narraba su abuelo (Terence Stamp), pero las mismas no le parecen muy reales al resto del mundo. Justo entonces un trágico episodio le llevará junto a su padre por las costas de Gales, donde encontrará el lugar que le narró su abuelo y los particulares niños que viven en él (definidos como “peculiares” en un sentido similar al de los mutantes de los X-Men) Al igual que la Patrulla-X de Marvel, este variopinto grupo con diferentes habilidades estan dirigidos por una notable Eva Green que sería el equivalente en femenino al Charles Xavier de los comics mutantes, viviendo todos juntos en un orfanato que puede recordar al Hogwarts de Harry Potter, anclado en el 3 de septiembre de 1943 (bucle temporal en el que se esconden de los “monstruos”)