Nuevo proyecto en común de Steven Spielberg como director y Tom Hanks de protagonista, después de que ambos ya coincidieran en las mismas funciones en títulos como Atrápame si puedes, La terminal y sobretodo Salvar al soldado Ryan (que le valió a Spielberg ganar su segundo Oscar como mejor director, tras el que consiguió por La lista de Schindler)
Con la clara intención de ser apreciada para la próxima temporada de premios, su paso por la taquilla ha sido discreto (no estamos sin duda ante el Spielberg más comercial, sino más bien ante el más personal), si bien de momento ya cubre su presupuesto de 40 millones de dólares. Pese a todo es indudable el afirmar que estamos ante una película de ritmo clásico y de narración muy fluida, en la que Spielberg nos vuelve a demostrar por qué (cuando quiere) sigue siendo uno de los mejores directores que tenemos en activo.