Tengo que admitir que la más directa comparación que se me pasó por la mente mientras veía esta película (e incluso cuando la acabé) fue la de Atómica, con la que compartiría la trama de espionaje y la belleza (y solvencia) de la actriz protagonista, si bien en este caso con menos acción aunque no por ello menos emoción (la primera vez que miré el reloj fue casi a las dos horas) Si aquel film estaba más o menos basado en una novela gráfica, esta Gorrión Rojo lo está de la obra literaria del mismo título firmada por Jason Matthews, un exoficial de la CIA, que no he leído en el momento de realizar esta crítica, por lo que la misma se centra tan solo en una valoración de este film, sin entrar en lo más o menos fiel que sea a la novela original.