Si hace cinco años me llevé una inesperada sorpresa con La Lego película (que reconozco que fuí a ver pensando que tan solo me encontraría con una tonteria infantil de cara a vender juguetes de la citada marca comercial, para luego resultar un gran espectáculo de diversión y entretenimiento); las expectativas ante su secuela eran muy altas, si bien era asumible que se perdería parte de esa sorpresa de lo que fue una novedad en su momento (algo que ya era un poco evidente en el spin-off que se hizo del Batman visto en la primera película, y que sin duda era uno de sus secundarios más carismáticos) Pese al cambio de director (Mike Mitchell, el responsable de -por ejemplo- la más floja entrega de Shrek), el duo original responsable del primer film (Phil Lord y Christopher Miller) se mantienen como productores, lo cual pienso que habrá influido en que el resultado final sea bueno aunque ya no tanto.