Si nos atenemos a su filmografía, no se puede admitir que el catalán Jaume Collet-Serra sea un director de títulos excelentes (creo que no miento si digo que no tiene ni uno) pero si nos ha hecho disfrutar a los espectadores con películas correctas (lo cual tampoco está mal) Lejos del prestigio que buscan otros realizadores como Pedro Almodóvar o Alejandro Amenabar, las películas de este director tan solo pretenden hacerle pasar un rato más o menos entretenido al espectador, algo que ha entendido muy bien el actor Liam Neeson, que ha colaborado con él en hasta tres ocasiones (Sin identidad, Non-Stop (Sin escalas) y Una noche para sobrevivir)
En su nuevo trabajo la protagonista es la actriz Blake Lively (vista en el film Green Lantern, fallida adaptación del citado superhéroe de DC) que mantiene sobre sus hombros todo el peso de una historia que han querido vender como la nueva Tiburón (cosa que NO es) pero que no negaré que me hizo pasar un buen rato de entretenimiento (es sincera y tampoco aspira a más), pese a ciertas licencias que se toma de cara a aumentar la tensión del relato.