Hay criaturas míticas que quedarán para siempre asociadas al cine, y sin duda que King Kong es una de ellas: tras ese CLÁSICO de 1933 donde se dió a conocer, sus otras apariciones más llamativas estarian en la versión que tuvo en 1976 o la más reciente de 2005 dirigida por Peter Jackson, sumándose ahora la presente película con un reparto estelar y una estrella (el citado simio) de proporciones pantagruélicas. Pero a diferencia de lo visto antes, aqui no asistimos a como el famoso King Kong es llevado a la civilización (y lo que allí ocasiona) sino que esta vez lo veremos en su habitat natural, que es el que da título a la película, lo que se agradece porque el film de 1976 fue tan solo una actualización mientras que el de 2005 se podría considerar una especie de remake y/o homenaje al título clásico, pero en ambos casos sin aportar cambios de mucha trascendencia.
Pero cuidado, tampoco quiero decir que estemos ante un film maravilloso, aunque sin duda no puedo negar que es un GRAN entretenimiento con el que disfrutarán todos aquellos que tengan asumido el tipo de película que van a ver, y que vendría a ser una mezcla entre el King Kong más clásico, Jurassic World y Apocalipsis Now (esto último ya evidente incluso en uno de los posters editados para la promoción de la película) Citar la saga de dinosaurios iniciada por Spielberg puede hacer recordar a muchos que ya hubo de ellos en la versión de 2005, pero el problema allí fue que a Jackson se le disparó la grandilocuencia en un título que debería haber tenido unos buenos tijeretazos en la sala de montaje para reducir su excesivo metraje.