Alan Moore nunca ha sido amante de las adaptaciones de sus comics, hasta el punto de renegar que salga su nombre en los títulos de crédito de las mismas. Ello se vió en V de Vendetta, en Watchmen y se ve en esta Batman: La broma asesina... aunque más bien se tenía que haber titulado Batgirl: La broma asesina. Pero “vayamos por partes” (como diría Jack el destripador…)
Quien haya leído la obra original sabrá que su escueto tamaño no daba para una película (aunque tampoco El Hobbit daba para tres películas y al final nos las colaron) por lo que, entre las muchas opciones que había, han optado por la menos mala (ya que tampoco buena al 100%): respetar la historia original y “complementarla” para así rellenar más metraje.