El western es uno de los géneros cinematográficos que se ha usado en más ocasiones (no es el único, lo mismo podría decirse de otros como el thriller de mafiosos) por lo que resulta complicado a estas alturas que algo englobado en esa categoria consiga destacar por encima de la media (de ahi también que sea un género con mala suerte en taquilla, porque desde principios de los años 90 con Bailando con lobos y Sin perdón, solo ha vuelto a despuntar -ligeramente- con películas como Django desencadenado y Los odiosos ocho, las dos aportaciones al género que nos ha ofrecido Quentin Tarantino)
Claro que diciendo esto podriais pensar que no me ha gustado el título que nos ocupa, pero he de matizar que aunque en si no invente nada nuevo, como mínimo se trata sin duda de un correcto western, donde sin duda destaca su protagonista, una espléndida Natalie Portman que consigue sostener sobre sus hombros una historia que tampoco es que de para mucho más, pero que al menos no se dilata innecesariamente (su duración son unos ajustados 98 minutos).