¿Para qué arriesgar cuando se puede ir sobre seguro? Esa parece ser la tónica más predominante estos últimos años, donde casi todos los films que nos llegan con ánimo de reventar la taquillas son remakes, reboots, secuelas, precuelas o bien un poco de todo. ¡Ojo!, no seré yo quien me queje si la fórmula funciona, pero hasta cierto punto resulta un tanto decepcionante tener una idea preestablecida sobre una película, y que luego una vez vista la cumpla en cada uno de sus puntos. Eso podría ser quizás una crítica negativa hacia el presente film, lo cual sería inexacto porque estamos ante un título sin duda alguna entretenido. El problema radica en que si tienes que dar su valoración en unas pocas palabras lo más justo sería decir que “está bien, pero…”, siendo entonces cuando tienes que aceptar que no “es oro todo lo que reluce”.