El corto ganador en los Oscars 2009…
Tag: Oscars 2009
Lavatory-Lovestory
Uno de los cortos nominados a los oscars pasados…
Visto en Arturogoga
El desafío, Frost contra Nixon (Frost/Nixon)
La controvertida figura de Richard Milhouse Nixon (1913-1994) sigue generando películas. Como ya indiqué al hablar de W. no creo que George w. Bush genere tanta pasión dentro de 30 años (o eso espero).
Realmente la figura de Nixon es interesante, su mandato como presidente fue tan apasionante como la convulsa época con la que le tocó lidiar. También sus desafortunadas decisiones y sus maniobras ilegales contribuyeron a crear su leyenda negra. No olvidemos que ha sido el único presidente de los Estados Unidos en dimitir del cargo.
La película en cuestión se centra en la entrevista que el presentador británico David Frost realizó a Nixon tras su renuncia a la presidencia. La verdad es que aquí la película nos puede parecer falta de interés, muchos no conocerán a Nixon ni tendrán ganas de perder 2 horas viendo una película sobre los preparativos de una entrevista televisiva. Pero a mí me pareció un film interesante (siempre me han gustado las películas políticas y las reconstrucciones de épocas pasadas) y bastante correcto. Sin más.
La figura de Frost se nos muestra casi tan interesante como la del propio Nixon. Por momentos el film se enfoca como si de un combate de boxeo se tratara. Más que una entrevista, el encuentro entre ambos personajes se muestra como una lucha a muerte por demostrar quien es el más listo.
Yo pasé un buen rato, ya he dicho que este tipo de films me gustan, pero entiendo que a muchos espectadores les pueda aburrir algo. Se dan muchos datos sobre el controvertido mandato de Nixon (Corea, Mao, Vietnam, Watergate, las cintas, etc) que por estas latitudes igual no conocemos suficientemente y (probablemente) a muchos no interesen.
Volviendo al desafío, la dirección de Ron Howard (Apollo 13, El código Da Vinci, Willow, Una mente maravillosa) es correcta pero no apasiona. Es de agradecer que no maree al espectador con saltos en el tiempo, ni voces en off, ni cambios de color. Sólo se permite unos pequeños insertos de declaraciones a modo de falso documental. Pero creo que le falta algo de ritmo en el montaje, a mí no me aburrió pero algo más de dinamismo no le hubiera venido nada mal.
Lo mejor son las interpretaciones, sobretodo la del para mí denostado Frank Langella. Su interpretación / imitación de Nixon es simplemente perfecta. La escena de la llamada telefónica nocturna es escalofriante. Ya sabemos todos lo que les gusta a los de la Academia de Hollywood las interpretaciones de personajes históricos. También el galés Michael Sheen está muy bien, logra hacer crecer a su personaje hasta colocarse a la altura de su contrincante. Kevin Bacon y Sam Rockwell están bastante mejor de lo que viene siendo habitual en ellos. Rebecca Hall (El sueño de Casandra) sale mona.
Así pues, recomendable para aquellos que les interese la anécdota de la entrevista televisiva a Nixon. El resto, abstenerse.
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Yo recomiendo para entender mejor El desafío visualizar primero otras películas mejores sobre el personaje:
Nixon (de Oliver Stone con Anthony Hopkins)
y
Todos los hombres del presidente (de Alan J. Pakula de 1976 con Robert Redford y Dustin Hoffman).
Por cierto, puestos a contar anécdotas sobre Nixon, mi anécdota favorita de Nixon es la visita que Elvis le hizo en el despacho oval en 1970. Elvis se presentó sin previo aviso en la Casa Blanca para regalarle a Nixon dos pistolas y ofrecerse como agente secreto para luchar contra la drogadicción juvenil (iba drogado ese día, seguro).
La duda (Doubt)
1964, en un colegio católico del Bronx surge la duda de la integridad de un sacerdote.
Aunque la trama de la película parezca una anécdota algo simple, la realidad es que da bastante que pensar (o por lo menos a mí me hizo pensar).
El guión de John Patrick Shanley (que adapta su propia obra con la que ganó el Pulitzer) tiene una precisión milimétrica, ni sobra ni falta una sola coma. Se apuntan muchos y muy interesantes temas de debate: la intolerancia, la injuria, la homosexuallidad, los abusos, el racismo, etc.
Los sermones del padre Flynn me parecieron geniales y esclarecedores de la nueva corriente católica del Concilio Vaticano Segundo (1962-1965) de Juan XXIII. Algunos detalles del guión nos situan en la convulsa sociedad norteamericana de los años 60 y en los cambios que en ella se estaban gestando (la foto del Papa Pío XII, los bolígrafos, etc). La confrontación entre 2 formas de pensar, de vivir y de educar está servida. Mientras el mundo gira y cambia inexorablemente, algunos se empeñan en negar el movimiento.
La caracterización de Meryl Streep (hay que ver lo mal que me caen siempre los personajes de esta señora) es brillante aunque su personaje sea genialmente gris y severo. Philip Seymour Hoffman nos regala otra interpretación tan contenida como genial. Amy Adams (Encantada) nos llega a hacer dudar de si realmente es tan inocente como su personaje. Viola Davis sólo sale en una escena pero realmente lo borda. Pocas veces he visto una película con tan pocos actores con diálogo y que todos estén tan bien.
Si a un guión excelente (aunque claustrofóbico) le sumas unas interpretaciones perfectas sólo nos puede dar como resultado un film perfecto. Para mí este film es CASI perfecto pero no es una obra maestra ni atrapa lo que debiera. El agobiante ambiente teatral que planea sobre el film y la falta de toques de humor pueden provocar aburrimiento en muchos espectadores. OJO. Los conflictos entre monjas y sacerdotes no son lo más divertido para ver con los amigos una tarde de domingo.
Un film que gustará mucho a los amantes de los dramas (clericales o no) en los que aparentemente no pasa nada, profesores y a los académicos de Hollywood pero que quizás al resto del público le dejará algo frío. El film no da respuestas, ni propone soluciones, sólo genera dudas.
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El curioso caso de Benjamin Button (The Curious Case of Benjamin Button)
En 1918 nace en Nueva Orleans un niño con el cuerpo de un hombre de 80 años.
Soy fan de David Fincher desde Alien3 pero pienso que alterna una peli genial con una fallida. Ahora, tras la sensacional Zodiac, tocaba una fallida aunque la reunión con Brad Pitt nos hizo albergar muchas esperanzas.
Basada en el relato de F. Scott Fitzgerald, la premisa de un niño que nace con cuerpo de anciano y va rejuveneciendo conforme cumple años me parece muy jugosa. Asimismo, una historia de amor en la que los dos miembros de la pareja van en direcciones temporales opuestas creo que muy pocos directores podrían llevarla a cabo de forma satisfactoria. Fincher es uno de ellos, aunque el resultado final me ha defraudado un poco.
La peli se inicia con un fabuloso prólogo con un toque Jean-Pierre Jeunet (Amélie, Largo Domingo de noviazgo) y toda la parte inicial está francamente bien. El guión está lleno de personajes entrañables, buenos diálogos y escenas muy bien resueltas. Trata temas como la paternidad, el amor matero, la niñez, el sosiego de la vejez, etc.
Pero luego la trama avanza algo lentamente, hay parones que provocan cierto aburrimiento. La peli se alarga hasta las dos horas y media y se hace algo pesada.
Parece ser que cuando Fincher entregó su película a los ejecutivos del estudio duraba 3 horas largas y éstos la cortaron sin su permiso. Es probable que estos cortes hayan afectado al resultado, habrá que esperar al director’s cut.
Sea como fuere, ni la tensión ni la pericia narrativa propias de Fincher aparecen casi por ningún lado (el prólogo, el predicador o la escena del taxista). Sí logra que que los continuos saltos temporales no mareen al espectador y que la historia de amor nos emocione varias veces, beneficiándose de la química que hay entre los dos actores.
Para mí el único problema (tras la excesiva duración) es el personaje de Brad Pitt, quien siempre me ha parecido un buen actor. Está bien en la primera parte interpretando al curioso niño-anciano. Pero cuando el maquillaje va desapareciendo compone un papel bastante inexpresivo, sin matices, algo soso.
Un film así necesita que el personaje central sea alguien con el que el espectador sienta cariño o simpatía. Así sus peripecias se viven como propias y se puede llegar a pasar un rato entretenido. Pero el personaje de Benjamin Button no logra conectar con el espectador todo lo que debiera. Conecta más Cate Blanchett (tan genial como siempre), quizás su papel esté mejor escrito o sufrió menos cortes en el montaje. Por ella sí que llegamos a padecer durante el film, quizás porque su personaje sufre más.
A mí el personaje que más me llegó es el de Taraji P. Henson quien compone un personaje maternal realmente soberbio. Tilda Swinton y Julia Ormond están bien.
Técnicamente, la ambientación del film es genial, al igual que la fotografía (entre la estética Jeunet y la Tim Burton), el maquillaje y los efectos.
Interesante pero algo lenta.