Ante el estreno de una secuela la duda siempre suele ser si la misma era necesaria. En el caso que nos ocupa se trata además de una muy tardía, ya que el film previo fue hace ya 12 años (y el inicial hace 15) Pero si la misma autora ya hizo una continuación literaria hace un par de años, ¿porqué no hacer la película correspondiente, aprovechando que la carrera de su protagonista ha sido más bien anódina fuera de este personaje? Pues no, lo primero de todo sería dejar claro que el ¿argumento? del presente título va por libre, aunque dejan las puertas abiertas a que el citado libro sea la base para una hipotética cuarta película.
El primer error que tiene esta película sería la duración: si los previos que SI adaptaban material literario rondaban los 105 minutos, este dura más de dos horas (122 minutos), y teniendo en cuenta su MUY BÁSICA sinopsis (Bridget Jones se queda embarazada y no sabe cual de sus dos galanes será el padre de la criatura) está claro que le sobran minutos (de hecho Colin Firth ya tuvo que lidiar con una premisa muy similar en Mamma Mia!, la cual si tenía un metraje adecuado y no estirado) Pese a ello no se puede decir que sea una decepción, pero su mera existencia no la hace una necesidad, aunque en la actualidad en que la nostalgia es material mercantilista, intentar repetir un éxito del pasado parece que sea el desesperado deseo de todo productor… y no siempre con acierto.