El universo cinematográfico Marvel sigue creciendo, y en esta ocasión le toca el turno a la Capitana Marvel, un personaje que vió la luz en las viñetas allá por 1977. En mi caso tengo que admitir que no he sido lector de mucho de esta superheroína y es que su propia condición (no se suele mover por los ambientes urbanos que si frecuentan algunos otros como Spider-Man o Daredevil, más de mi agrado) la ha situado entre esos personajes más cósmicos o mitológicos que no me llaman tanto la atención. Pero también es verdad que en ese mismo criterio tenía a Thor y las tres películas que le han otorgado hasta el momento es justo de que admita que me lo han hecho más destacable, hasta el punto de leer algunas cosas suyas que mentiría si afirmara que no me han gustado; por lo que con esa idea en mente (y también porque he visto en cines todas las cintas de Marvel hasta la fecha) decidí probar con esta superheroína y valorar por mi mismo.
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Glass (Cristal)
Tengo que admitir que en muchas ocasiones las películas fallan porque en el apartado de marketing y publicidad no saben venderlas como lo que son, sino que hacen pensar otra cosa, de tal manera que quien la va a ver predispuesto a un género se encuentra con otro, lo cual tiene dos únicas salidas: que comulgue con eso y lo ensalze, o que reniegue al sentirse estafado de lo prometido a lo (al final) ofrecido. Eso sería algo que sabe muy bien M.Night Shyamalan, que vivió hace casi dos décadas el espectacular éxito de El sexto sentido, provocando que el público fuera a ver sus posteriores cintas con la idea de encontrarse algo más o menos similar, y al no ser así su carrera y su prestigio fue decayendo, hasta que en fechas recientes volvió a lograr algo más de repercusión con La visita y Múltiple.
El otro guardaespaldas
Para ser sinceros ya desde el principio lo primero que hay que aclarar es que estamos ante una película sencilla y simple (en todos sus aspectos) que consigue remontar hasta el aprobado justo gracias al elenco con el que cuenta. Y es que aparte de sus dos protagonistas Ryan Reynolds y Samuel L.Jackson también tenemos secundarios como Salma Hayek, Gary Oldman, Joaquim de Almeida o Elodie Yung (Elektra en la serie Daredevil de NetFlix), lo que quizás pueda llevar a pensar como es que se hace una película tan tópica con un reparto tan destacado. Pero eso sería una pérdida de tiempo aunque al menos si que hay que agradecer a este El otro guardaespaldas de que sea un título honesto al que hay que valorar como lo que es (un simple entretenimiento veraniego), ya que tampoco aspira a otra cosa.
Su argumento es tan sencillo como esquemático, ya que estamos ante una mezcla entre buddy movie y road movie tomando de lo primero el clásico duo de personajes más bien antagónicos que tendrán que limar asperezas para conseguir un objetivo común y de lo segundo el hecho de que todo ello transcurrirá en un accidentado periplo que tienen que recorrer juntos. Se trata, como resulta evidente, de fórmulas que el espectador experimentado ya ha visto en un montón de títulos previos, por lo que el mérito radica en que lo que es previsible se haga al mismo tiempo entretenido, siendo en ese punto donde este film consigue sus mejores resultados gracias a la gran química entre su duo protagonista: Ryan Reynolds y Samuel L.Jackson.
Kong: La isla Calavera
Hay criaturas míticas que quedarán para siempre asociadas al cine, y sin duda que King Kong es una de ellas: tras ese CLÁSICO de 1933 donde se dió a conocer, sus otras apariciones más llamativas estarian en la versión que tuvo en 1976 o la más reciente de 2005 dirigida por Peter Jackson, sumándose ahora la presente película con un reparto estelar y una estrella (el citado simio) de proporciones pantagruélicas. Pero a diferencia de lo visto antes, aqui no asistimos a como el famoso King Kong es llevado a la civilización (y lo que allí ocasiona) sino que esta vez lo veremos en su habitat natural, que es el que da título a la película, lo que se agradece porque el film de 1976 fue tan solo una actualización mientras que el de 2005 se podría considerar una especie de remake y/o homenaje al título clásico, pero en ambos casos sin aportar cambios de mucha trascendencia.
Pero cuidado, tampoco quiero decir que estemos ante un film maravilloso, aunque sin duda no puedo negar que es un GRAN entretenimiento con el que disfrutarán todos aquellos que tengan asumido el tipo de película que van a ver, y que vendría a ser una mezcla entre el King Kong más clásico, Jurassic World y Apocalipsis Now (esto último ya evidente incluso en uno de los posters editados para la promoción de la película) Citar la saga de dinosaurios iniciada por Spielberg puede hacer recordar a muchos que ya hubo de ellos en la versión de 2005, pero el problema allí fue que a Jackson se le disparó la grandilocuencia en un título que debería haber tenido unos buenos tijeretazos en la sala de montaje para reducir su excesivo metraje.
La leyenda de Tarzán
Aunque para algunos, en referencia a la animación tradicional, representa el inicio de la decadencia de Disney tras su resurgir a principios de los años noventa, en mi caso tengo que admitir que tengo un muy grato recuerdo del Tarzán animado que presentaron en 1999 con canciones de Phil Collins que aún a veces tarareo cuando estoy distraido. Y es que estamos hablando de un personaje de ficción mítico que ha tenido, como también le ocurre a Sherlock Holmes, infinidad de rostros en la gran pantalla en una extensa lista de adaptaciones que corrieron una suerte dispar en taquilla (aunque sin duda para los fans cinéfilos más acérrimos el único y verdadero Tarzán fue el encarnado por Johnny Weissmuller)
En estos tiempos en que todo es reciclado y reformado para ¿actualizarlo? (y lo pongo entre interrogantes porque en muchos casos cabe la duda de si era necesario) nos llega esta nueva versión que actuaría como secuela al mismo tiempo que intenta ser el inicio de una lucrativa franquicia. En el primer caso no es una película de orígenes (un personaje como Tarzán ya se supone que la mayoría sabe como empezó, aunque este título contiene pequeños flashbacks del origen) por lo que la historia se situa años después de lo conocido por todos. Respecto a lo segundo, su inflado presupuesto de 180 millones de dólares hace dificil recuperar lo invertido como para pensar en continuarlo, si bien en el momento en que escrito estas líneas la película ya ha superado los 100 millones de dólares en las salas americanas y está a punto de superar los 200 a nivel internacional (por lo aunque no sea un gran éxito sería injusto etiquetarla de fracaso, porque beneficios no sé si dará muchos, pero a priori pérdidas parece que no)
Los odiosos ocho
El octavo film de Quentin Tarantino es de nuevo un western, pero si en su anterior trabajo (Django desencadenado) el espíritu de dicho título estaba más encaminado al homenaje del spaguetti-western, con Los odiosos ocho Tarantino se sumerge en los parámetros del western clásico, pero siempre desde su particular punto de vista. Por ello no es dificil no solo ver elementos clásicos en las películas de este director, sino que además (algo que para mi era previsible, pero que solventa con creces) jugar con la intriga y el suspense en un estilo 10 negritos de Agatha Christie al coger a los ocho personajes del relato y dejarlos atrapados en una parada de diligencias durante una intensa tormenta de nieve.
El opresivo ambiente en el que transcurre gran parte del relato hace de Los odiosos ocho un western ante todo teatral, pero mientras que en ocasiones llevar ese estilo al cine puede aburrir hasta a las piedras, en este caso no ocurre así gracias (lo primero de todo) a un gran guión de Tarantino, muy pulido y elaborado, al que se suman unos muy buenos actores y una magnífica banda sonora a cargo de Ennio Morricone. La citada teatralidad se puede decir que se ratifica en los capítulos en los que está dividida la película, en donde el inicio y final de cada uno de ellos sería como cuando cierran y abren el telón.