Cuando hace tres años llegó a las pantallas La Lego película fuí a verla convencido de que sería una tontería que con suerte me serviría para pasar el rato, pero de la que no esperaba gran cosa (lo cité entonces y lo sigo diciendo ahora: ya no saben de donde sacar películas y hoy en día incluso lo más insospechado puede ser adaptable, sin importar la calidad de lo que salga) Como es lógico, el mayor sorprendido fuí yo cuando pude ver que no solo estaba bien, sino que realmente ESTABA MUY BIEN, por lo que me alegró que su merecido éxito llevara a este spin-off con uno de los secundarios de aquella, el famoso justiciero de Gotham de los comics de DC, como total protagonista.
A estas alturas todo el mundo conoce a Batman, por lo que esta cinta no nos lo vuelve a presentar, pero me atrevería a decir que es el que mejor nos sabe mostrar el caracter que define a este superhéroe: la de un hombre solitario, amargado y un poco pretencioso y engreido (todo ello desde una óptica divertida y muy amena, ya que nunca hemos de olvidar que estamos ante una película dirigida hacia el público infantil, si bien será plenamente disfrutable también por los adultos) Es triste tener que admitir esto, pero siendo una figura de Lego creo que nunca había sido tan bien descrita la psicología de este personaje como en el presente título, superando con holgura a lo visto hasta la fecha en ese universo cinematográfico en imagen real donde este superhéroe está a cargo del actor Ben Affleck.