Si el año pasado Vengadores Infinity War se convirtió en una de las mejores películas de superhéroes de toda la historia, su muy notable colofón final podría ser sin duda esta Endgame, hasta el punto de que ambas forman un díptico que las convierten en las dos mejores cintas de superhéroes que he podido disfrutar en la gran pantalla. Porque esa sería otra: estamos ante un título que está hecho por y para ser visto en una pantalla de cine (al menos la primera de un muy indeterminado número de veces que variará según cada espectador) Asimismo sería un film del que se ha hecho una acertada campaña de marketing, tan solo adelantando lo mínimo de lo mínimo, por lo cual tenía muy claro cuando entré a la sala que iba abierto a todo tipo de opciones, y tengo que afirmar que las cosas no fueron tan previsibles como esperaba yo, pese a que me quedo con un guiño que creo que “justifica” el resto.