Con Aquaman en DC me pasa algo parecido como con Thor en Marvel: son dos personajes que a priori me llaman poco la atención por lo que se puede decir que los conozco lo justo y básico (y para de contar) En el caso del mencionado heroe de Marvel, por más que pueda levantar discrepancias (lo cual entiendo) las tres películas que ha tenido hasta la fecha me han hecho verlo desde otra perspectiva, si bien me sigue costando mucho de entrar en algunas etapas suyas que según muchos se pueden calificar de clásicos. En el caso del superhéroe acuático de DC lo que más tenía en mente antes de ver la película fue la parodia que tuvo en la serie The big bang theory, donde se quejaba Raj (uno de los protagonistas) de lo ridículo que es. A eso hay que añadirle el poco éxito que ha tenido hasta ahora DC en su intento de levantar un universo de películas como Marvel (con la única excepción de Wonder Woman, que si convenció más tanto a público como a crítica) pero en mi caso tenía esperanzas de que el resultado final fuera convincente a tenor de la buena imagen que me dió su presencia en la irregular Liga de la Justicia, lejos de su imagen más clásica (esa más ridícula según la referencia previa a The big bang theory)
Tag: Willem Dafoe
Asesinato en el Orient Express (2017)
Cuando conocí y me aficioné a las historias de Sherlock Holmes pronto me encontré con el handicap de haberlas leido todas, y aunque ahora es más facil y popular encontrar todo tipo de pastiches de ese personaje, a finales de los ochenta no era así. En mi búsqueda de algo más o menos similar fue cuando conocí y leí las obras de Agatha Christie, en las que tuve mi primera aproximación a dos personajes clásicos de las mismas como la venerable Miss Marple o el investigador belga Hercules Poirot (que bien podría considerarse como una variante del inicial Holmes) Y si la historia más popular del famoso investigador de Baker Street sería la de El sabueso de los Baskerville, en el caso del detective belga obra de Agatha Christie es sin duda la de Asesinato en el Orient Express, pero que sea la más popular no significa que sea la mejor.
La gran muralla
Por muchos es sabido que desde hace ya unos cuantos años el cine de Hollywood tiene su mirada puesta en China, cuyo mercado ha salvado del fracaso a algún que otro título (caso de, por ejemplo, Warcraft: El origen) Por encima de que sean mejores o peores (eso va al gusto de cada uno) hay muchas de estas películas en las que se gastan increibles fortunas, por lo que resulta comprensible que busquen la rentabilidad final del producto (ya digo, sin tener nada que ver que luego sea mejor o peor) por lo que el mercado chino es uno de los más apetecibles por su alto potencial en los resultados de la taquilla mundial.
La gran muralla es una evidente coproducción entre China y Estados Unidos para contentar a los primeros pero con detalles de los segundos que les permitan hacer un producto exportable a todos los mercados, los cuales podrían resumirse en tener al frente del reparto a un actor como Matt Damon para así llamar la atención del público (también andan por ahi Pedro Pascal y Willem Dafoe pero sus ¿personajes? no dejan de ser meras comparsas perfectamente prescindibles) en un espectáculo tan llamativo como artificioso que bien podría haber quedado en manos de directores de la calaña de Michael Bay o Roland Emmerich.
Bajo la misma estrella
FICHA TÉCNICA
Título: Bajo la misma estrella
Título original: The Fault in Our Stars
Dirección: Josh Boone
País: Estados Unidos
Año: 2014
Fecha de estreno: 04/07/2014
Duración: 126 min.
Género: Drama
Reparto: Shailene Woodley, Ansel Elgort, Willem Dafoe, Laura Dern, Sam Trammell, Mike Birbiglia
Distribuidora: 20th Century Fox
Productora: Temple Hill Entertainment
SINOPSIS
Hazel y Gus (Shailene Woodley y Ansel Elgort) son dos adolescentes que viven su relación de amistad huyendo de lo usual. De hecho, su relación no es nada convencional si tenemos en cuenta que Hazel siempre va acompañada de un tanque de oxigeno y Gus sólo puede caminar con su pierna ortopédica. Se conocieron en un grupo de terapia de enfermos de cáncer, y desde entonces se han hecho inseparables. Incluso bromean sobre sus respectivas enfermedades. Se toman cada día como si fuera el último. Su amor es como un viaje que todavía no tiene fecha de caducidad.