Tribulaciones de una cajera

FICHA TÉCNICA

Editorial: Ambar
192 páginas
Lengua: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788493662783
Nº Edición:1ª
Año de edición:2009

SINOPSIS

Prométeme que jamás vas a permitir que nadie te confunda con tu caja. Eres un ser humano, y no un biiiip. Los clientes se creen con derecho a todo, y no es así. Ahí van algunas sugerencias:
El cliente
– ¿Estás abierta?
La cajera educada
– Yo no, pero mi caja sí.
La cajera en cuestión se llama Anna, tiene veintiocho años, es licenciada en Literatura y lleva ocho años detrás de la caja registradora de un supermercado por cuestión de mera supervivencia. El trabajo no parece muy complicado. Una caja no entiende más que de códigos de barras y de bips, y en el oficio la verdad es que no hay que esperar grandes cambios cuando los días parecen iguales unos a otros, con gente que compra, que viene y que va y que puede llegar a confundir a la cajera con un florero. Y sin embargo, la sucesión de anécdotas, despropósitos y disparates que pueden llegar a producirse a lo largo de un día está muy lejos de la tediosa rutina que suponemos. Es más, como clientes, a menudo olvidamos que se nos está observando y analizando. Se trata pues de ver la otra cara.

RESEÑA

Os aseguro que si os leeis este libro (que surgió a raiz del éxito que tenía el blog de la autora, donde contaba sus vivencias aqui recopiladas) os lo pensareis dos veces antes de cabrearos (o algo más fuerte) con la cajera del supermercado, tienda, almacén o sitio donde vayais a comprar. Y es que muchas veces nos olvidamos que son seres humanos (ver por ejemplo la anecdota que narra del ninguneo que recibe por parte del cliente que habla por el movil), una de las muchas historias que cuenta aqui la autora con una amargura no exenta de diversión.

Al estar basado en un blog el libro se convierte en una novela ágil, amena y entretenida, que se lee en un suspiro (yo me lo pulí en un par de horas más o menos) y con el que nos damos cuenta de muchas de las situaciones que vivió la protagonista desde su puesto de cajera, características en muchos casos extrapolables a otras profesiones (la precariedad y el abuso laboral es patente en muchos sectores), o perfectamente identificables para todos los que alguna vez han ido a comprar a un supermercado o centro de ese estilo (atención a lo que narra en referencia a los hurtos propios de estos establecimientos).

Aunque no es su intención el ser un libro didactico, si que leyéndolo nos tendría que hacer pensar nuestra forma de trato con la gente, y es que en ocasiones con un poquito de nuestra parte en ser agradables el resultado final sería mejor (y ojo, que en esta autoreflexión me pongo yo mismo, que en innumerables casos he perdido mi poca paciencia en situaciones delicadas). De todas maneras la novela no pretende hacer de las cajeras las víctimas de la sociedad, ya que la autora se dedica a desgranar las características internas y anécdotas de su puesto… pero es que las negativas superan a las positivas.

A favor del libro también citaría la traducción, ya que la autora es francesa, pero para la ocasión ciertas marcas y nombres se han “españolizado”, ganando en claridad el mensaje que nos transmite en esos párrafos. De todas maneras algún lector puede ser reacio a su lectura, al tratarse de un libro sin personajes ni trama definida, sino más bien de las vivencias del día al día, pero ya digo que lo breve de sus capítulos (lógico si la base es un blog) más el finísimo sentido del humor que destila en todo momento (pese a la amargura que sus palabras denotan de un trabajo mal pagado y nada agradecido) hacen sin duda de este título una recomendación (y una lectura) imprescindible.

LO MEJOR: Todo

LO PEOR: Que sea tan breve.

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